¿Yamaha? ¿Los fabricantes de coches deben temer a un fabricante de motos? Pues igual sí, porque no es la primera vez que se animan con una máquina de cuatro ruedas.
El que se han llevado ahora al Salón del Automóvil de Tokio podría plantarle cara a modelos como el Mazda MX-5. Es biplaza, muy ligero y lleva por nombre Sports Ride.
Uno de esos coches que todos queremos conducir
Por ahora en Mazda pueden respirar tranquilos porque no es más que un prototipo. Mide 3.900 milímetros de largo, 1.720 milímetros de ancho y 1.170 milímetros de alto. Solo pesa 750 kilos y tiene pinta de poder ofrecer unas prestaciones de otra galaxia, aunque por ahora no le han asignado ningún motor, así que no podemos hacer cábalas.
Su llegada al evento nipón tiene que ver con la colaboración que mantienen con Toyota, de quienes están aprendiendo una barbaridad. Han demostrado que son capaces de hacer coches atractivos y este Sports Ride es un buen ejemplo de ello. A cualquiera le gustaría tener un caramelo tan apetitoso aparcado en el garaje.
Sus formas, como su interior, son bastante futuristas. Sin embargo, tampoco se le ve a años luz de convertirse en un modelo de producción. Deberían replantearse ciertos detalles, especialmente del habitáculo, y estarían en disposición de salir al mercado con lo necesario para hincarle el diente a un segmento que suele dejar importantes márgenes de beneficio. Como fabricar coches se les dé tan bien como fabricar motos, más de uno puede empezar a temblar mientras piensa en nuevas fusiones para seguir tirando.