Se va uno de los mejores trabajadores de Volkswagen. No ha tomado la decisión por el tema el escándalo de las emisiones, aunque es probable que en algo haya podido influir. Está a punto de cumplir 65 años y quiere descansar. Walter de Silva, el hasta ahora Jefe de Diseño de la compañía, se jubila a finales de este mes y tan solo continuará ligado a los de Wolfsburgo en calidad de asesor.
Un genio que pasó por SEAT
El de Lecco, Italia, fichó por Volkswagen en 1998 para convertirse en el mandamás del Centro de Diseño de SEAT. Allí empezó a dar rienda suelta a su creatividad siendo el máximo responsable de modelos como el Salsa, el Tango, el Ibiza de tercera generación, el Córdoba de segunda generación o el Altea. Llegaba con muy buena reputación procedente de Alfa Romeo, donde diseñó coches tan legendarios como el Alfa Romeo 147 o el Alfa Romeo 156.
De SEAT pasó a Audi y Volkswagen, donde se hizo cargo de modelos tan carismáticos como el Polo, el Golf, el A6 o el TT. De los 19 que llegó a diseñar, del que más orgulloso está es del A5, que por su belleza recibió el premio más importante en materia de diseño en Alemania (2010) y el Premio Compasso d’Oro en Italia (2011).
Además, también trabajó para Lamborghini en 2006 dando forma al Miura Concept, un superdeportivo en fase prototipo que nació para rememorar lo que el auténtico Miura, el que se fabricó entre 1966 y 1972, era capaz de transmitir. Jamás se lanzaron a producirlo para sus clientes porque el presidente de la compañía italiana, Stefan Winkelmann, tenía las ideas muy claras al respecto: «No estamos aquí para el diseño retro».
Como el propio Walter de Silva se ha encargado de decir alguna vez, ha trabajado «para establecer una cultura estética común entre las diferentes firmas», lo cual explica que no haya diferencias radicales entre los coches de las diferentes marcas que integran el Grupo Volkswagen.
Para terminar, decir que tiene en mente fundar su propia academia de diseño italiano para formar a jóvenes que quieran seguir sus pasos.