Polestar, lo que vendría a ser como la división M de BMW, ya ha terminado su trabajo con el Volvo S60 Polestar, un modelo al que hemos seguido muy de cerca desde que fue anunciado. Lo pudimos ver midiéndose sin complejos a un BMW M3 y a un Audi RS4 y también hablamos de él cuando fue presentado en forma de concept car en el Salón del Automóvil de Los Ángeles.
La berlina sueca ha dado el paso más importante, el de convertirse en un modelo de producción. Lo bien que han hablado de ella ha hecho que en junio se vayan a entregar las primeras unidades, aunque de momento solo se comercializará en Australia, donde los modelos de altas prestaciones siempre encuentran a su clientela. Si se vende como churros allí, no es de extrañar que dé el salto a Europa, Asia y Estados Unidos.
Menos potencia de la que se anunció en su día
Este Volvo S60 Polestar monta un motor de seis cilindros turboalimentado que ha tomado prestado del T6, aunque con alguna que otra mejora para ofrecer 350 CV de potencia a 5.700 RPM y 500 Nm de par motor máximo. Es verdad que el concept presumía de 508 CV y 600 Nm de par, pero no por ello vamos a dejar de pensar que es una opción muy interesante.
Preparado para la diversión
Acelera de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 250 km/h limitada electrónicamente. Pesa 1.684 kilos y dispone de un kit aerodinámico compuesto por un alerón trasero, un spoiler frontal y un difusor. Los amortiguadores son de la marca Öhlins, los muelles son un 80% más rígidos que los del S60 convencional y los frenos son de altas prestaciones para aguantar cualquier envite.
Tal y como podíamos imaginar, es un coche pensado para disfrutar de la carretera, o al menos eso aseguran sus propios creadores:
Hemos cogido lo mejor del S60 T6 y del S60 Polestar Concept para crear un vehículo que dibuje una sonrisa a quien lo conduzca por carreteras de curvas. Al mismo tiempo, es un coche perfectamente capaz para conducir en el día a día.