Cambios, reinvenciones en Volvo. Están pasando muy deprisa, para el tempo usual que requiere la industria de inventarse coches. Primero la plataforma modular SPA que empezarán a llevar casi todos sus chasis a partir de ya. Luego la renovación íntegra de todos sus motores merced de una familia gasolina y diesel que han llamado Drive-E. Después la hibridación. Las tres cosas han llegado en cuestión de meses, y el ritmo de vértigo sube y sube.
Ahora los suecos están preparando un giro teatral en la forma de presentar y vender sus automóviles. Los escrutadores del tráfico en internet señalan una tendencia creciente en la venta de coches por internet y en cómo la gente acude al concesionario sólo después de haber hecho muchas consultas en las webs de los fabricantes y en los configuradores online. Cuando en toda la historia de la automoción el sistema ha funcionado por una consecución de negociaciones cara a cara entre vendedor y cliente. Y el único acceso a información ha pasado mayoritariamente por los catálogos impresos.
Quizás
Dentro de las capitales, donde un alto porcentaje vive conectado a un smartphone, una tablet o una computadora, ¿estamos encarando un nuevo modus operandi para elegir vehículo? Volvo parece apostar que sí.
Varias marcas han hecho ensayos de ediciones especiales para modelos que únicamente podían reservarse online, pero nadie se ha planteado todavía extenderlo masivamente. El departamento de marketing en Norteamérica cuenta que sus concesionarios se han de reconvertir en ‘Centros de la Marca’, más que en locales de mera exposición de productos y transacción de compraventas. En ellos se podrá tomar algo o comer, pasar mucho más rato en conversaciones que aborden otros temas aparte de lo relacionado con la financiación y el precio de los préstamos.
Lo más relevante para Volvo es que el entorno de estos locales se base en la cultura sueca. Esta transmisión de sus raíces es importante sobre todo en China, donde Volvo está fabricando mucho.
Tampoco hay que olvidar este dato:
El Gobierno de China posee algo más de un 30% de las acciones de la compañía y casi el resto pertenecen a otro gigante chino: el grupo Geely.
Un Salón propio
Redirigir el dinero hacia otra forma de operar a nivel planetario les lleva a la siguiente conclusión: sólo atenderán a tres Salones del Automóvil por año. Detroit y Ginebra fijos. Y Beijing y Shanghai se alternarán en cada edición. Además, planean desplegar un evento propio, donde oficiarán de anfitriones para exhibir principalmente su tecnología y producción.
En cuanto a internet
Debería ser el primer contacto de la persona con el coche. El servicio se irá implementando por fases y probablemente Estados Unidos será el último mercado al que llegue. Desde casa o desde un centro Volvo, se harán las configuraciones, las reservas para pruebas y el enlace entre un cliente y un técnico que lo guíe a través de la toma de contacto con el vehículo, resuelva las dudas y sea el asesor que lo forme como propietario de un Volvo.
Tesla es una marca que funciona sobre una base algo similar, y ellos tienen buenos resultados de satisfacción del cliente. Al menos, ésa es su versión de la historia de cara a la prensa. Volvo quiere reconstruir todo su sistema de relaciones entre la casa y la gente, y quiere tenerlo listo para el año 2018.
Esta suerte de manifiesto para una Era nueva en la marca me llega desde Estados Unidos y la publicación de Motor Authority.
Consulta más sobre lo último que está haciendo Volvo en:
– El Volvo S90 se fabricará en China en 2016.
– Nueva información sobre el Volvo XC90 T8 Plug-In Hybrid.