Bonita, lo que se dice bonita, no es. Si esta Volkswagen Vanagon de 1984 se presentara a un concurso de belleza automovilística no pasaría el primer corte ni de lejos. El tuning te puede gustar más o menos, pero una aberración de este calibre siempre tira para atrás.
Su propietario, que por cierto le puso Vermont de nombre, está haciendo todo lo posible para venderla al mejor postor, pero se ha dado cuenta de que no hay ni un solo postor dispuesto a pujar por ella.
Coche-casa
Es probable que se desprenda de ella porque su familia necesita algo más grande. Su Vanagon (Transporter T3 versión van) es como una casa con puerta de madera incluida, un detalle que hace que sea distinta a las demás, pero que también acaba con la más mínima posibilidad de venderla a través de cualquier plataforma de compraventa de vehículos.
Descripción
A modo de descripción tipo Idealista, hay que decir que a la hora de dormir Vermont tiene capacidad para cuatro personas que pueden pegar ojo sintiendo el calor humano que se desprende en un espacio tan reducido. La especie de tienda de campaña que se eleva por encima del techo hace posible que así sea.
Entre sus elementos de equipamiento más destacados, podemos citar una estufa, un calentador, un fregadero, la banqueta trasera con cinturones de seguridad incorporados o un asiento orientado hacia atrás que se puede extraer fácilmente. Eso sí, de lo que no dicen nada es de la porquería que acumula por todas partes, lo que le impide anunciarla como si fuera seminueva.
El motor es gasolina de 1.9 litros. La carrocería está abollada y su color es bastante feo. Si a pesar de ello te parece bien invertir 3.000 dólares (unos 2.770 euros), ya tienes furgoneta «nueva» para irte de aventuras con la familia o los amigos. Está a la venta en craigslist.org.