El nuevo Polo ya tiene listo el paquete R-Line. La inyección de deportividad visual está disponible en España seleccionando el acabado Sport y pagando 1.180 euros.
El utilitario fabricado en la planta de Volkswagen en Landaben (Navarra) puede tener más mala leche gracias a una serie de cambios estéticos que le sientan francamente bien. ¿A qué cambios me refiero? ¡Sigue leyendo!
Los cambios
Para empezar, las llantas de aleación pasan a ser de 16 pulgadas y diseño «Salvador», aunque de forma opcional también puede calzar unas de 17 pulgadas de diseño «Boavista» o «Mallory». Tanto el parachoques delantero como el trasero son de nueva factura y hay que destacar la inclusión de un spoiler específico muy oportuno.
Además de lo que acabo de citar, el parachoques delantero ha modificado su posición para dar cabida al radar frontal que utilizan los sistemas Front Assist y ACC de regulación automática de distancia.
¿Merece la pena?
Teniendo en cuenta su sobreprecio y lo que hay que pagar por el Polo Sport, en cualquier concesionario Volkswagen te pedirán no menos de 18.590 euros con IVA, transporte e impuesto de matriculación incluidos. ¿Merece la pena ser un cordero con piel de león? El precio que acabo de citar es para la versión 1.2 TSI de 90 CV. La versión 1.2 TSI con 110 CV y cambio automático DSG de 7 velocidades sale por 20.630 euros con el paquete R-Line. Teniendo en cuenta que el Polo GTI cuesta 22.850 euros con motor 1.8 TSI de 192 CV, creo que no hay color. ¿Tú qué opinas?