Lo dijimos ayer. A las diez de la noche Volkswagen organizó un sarao faraónico en Berlín para la presentación en sociedad del Golf VII, o Mark VII, como a algunos les gusta apostillar. Con la fiesta, los vítores y los hurra, dieron también un dossier de prensa de 47 páginas que me ha producido una jaqueca terrible. Además, todo el palabrerío que contiene es imposible reproducirlo aquí. Así que le quitaremos toda la paja y nos quedaremos con el grano. Pero, sobre todo, este artículo es para que os regaléis la vista con las imágenes auténticas y oficiales del coche en la galería de fotos y con los vídeos que os enseñamos. Se acabaron las recreaciones por ordenador.
Sobre el aspecto del nuevo Golf, nada más lapidario y resolutivo que lo afirmó su diseñador, Walter da Silva: “La clave del éxito es la continuidad: de entre todos los automóviles del mundo no llegan a una docena los modelos que, al igual que el Golf, hayan sido precisados, perfeccionados y desarrollados a través del tiempo alcanzando un valor imperecedero”. Es decir, que no hay sorpresas ni riesgos en su diseño, y que las personas que no tienen ningún interés en los coches, lo más probable es que ni se den cuenta de que hay un Golf nuevo en la calle. Su mayor cambio estético viene porque las ruedas delanteras están 43 milímetros más separadas de las traseras. Por eso el voladizo es más corto y la sensación visual es que el capó es mucho más largo y que la cabina de los ocupantes está como desplazada hacia atrás.
Mejoras notables en el equipamiento de serie
Otro dato importante es que las versiones más peladas y básicas han mantenido el precio exacto (al menos en Alemania) que las de la generación anterior. Y lo bueno es que el equipamiento de serie es más amplio aunque siguen viniendo con unas pequeñas llantas de 15 pulgadas: sistema start-stop y recuperación de energía en la frenada, ESP, el diferencial de deslizamiento electrónico clásico de Volkswagen (XDS), cuatro perfiles diferentes de conducción que se pueden seleccionar desde la consola (ECO, Sport, Normal e Individual). Y también de serie en los más básicos el indicador de presión de los neumáticos y un sistema anticolisiones múltiples, que cuando el coche se accidenta lo detiene en seco para evitar más impactos.
Pero como siempre la gama se estructura en los acabados Trendline, Comfortline y Highline, y si queremos disfrutar de toda la tecnología disponible hay que rascarse, y mucho, el bolsillo. Por ejemplo, el sistema de suspensión adaptativa que añade un modo más a los cuatro perfiles de conductor disponibles de serie, o un sistema de dirección asistida variable, o la gestión automática de las luces largas… La lista es interminable.
El Golf que yo me compraría
Lo más importante es que han conseguido que el coche pese 100 kilos menos, y eso comporta un ahorro medio de un 23 por ciento en la gama. A parte de esto, lo mejor del nuevo Golf, según mi criterio, es lo que han conseguido revisando el motor 1.4 TSI y la nueva generación de la versión BlueMotion. Son las dos opciones que yo estudiaría si tuviera que comprármelo.
Sobre el 1.4 TSI, hay que decir que la potencia ha subido de los 122 hasta los 140 CV. Equipa aquel sistema de desconexión automática de dos cilindros cuando la demanda de potencia es baja, sistema que estrenaron con el Polo Blue GT y del que ya os hablamos. Esta tecnología se llama ACT. Total, que el anterior 1.4 consumía 6,2 l/100 km y el nuevo y más potente se queda en 4,8 litros. Y por si fuera poco, es el único Golf que ya cumple con la futura norma de emisiones EU6, porque se queda en 112 g/km.
Por último, en el mundo diesel, la puesta al día del kit técnico BlueMotion consiguen que el vehículo homologue un gasto de 3,2 l/100 km y 85 g/km en emisiones de CO2. Son unos valores a tener muy en cuenta. Y ahora, venga, a ver las fotos. La saga continúa…