Para Volkswagen, Rusia es su sexto mercado ahora mismo. Mucho se habla de China o de Brasil, pero es en la patria de los cosacos donde el grupo VAG vislumbra su terreno más fértil para seguir colonizando el mundo entero; es la voracidad por el crecimiento de las grandes empresas, y la certeza que tienen de que en tiempos de crisis es cuando se gestan las mayores fortunas.
La aventura ya comenzó en el 2006 con la fabricación de una planta en Kaluga y la asociación con la planta de la empresa GAZ, que ahora es directamente de Volkswagen. El año pasado en mayo incluso firmaron un acuerdo que les vinculaba por decreto ley con el Gobierno Ruso. En el ínterin, Volkswagen ha inyectado en Rusia 1.000 millones de euros, y actualmente produce unidades de Tiguan, Polo, Octavia, Fabia y Yeti. Con esto se coloca como el grupo automovilístico que más dinero ha metido en Rusia.
La nueva planta y el motor misterioso
Ayer por la tarde se dio otro paso de gigante. En los terrenos adyacentes de la planta de Kaluga se empezó a construir otra nueva fábrica, en este caso sólo de motores de última generación. El departamento de prensa menciona un bloque con denominación 1.6 serie EA211, sin que se hayan dado más datos de este futuro propulsor.
Esta tecnología es la que recientemente se ha aplicado a los 1.2 y 1.4 de gasolina, y son especiales para la nueva plataforma modular MQB. Skoda ya está fabricándolos con estas especificaciones en una de sus plantas checas, pero con la cilindrada 1.6 no lo comenzarán a implementar en los Volkswagen hasta el 2015, que será cuando la nueva fábrica rusa esté acabada y en pleno rendimiento.
De la serie EA211 sabemos que han llegado hasta los 140 CV con tecnología de desconexión automática de cilindros y cambio automático de doble embrague. Pero el halo de misterio sobre las prestaciones del futuro 1.6 sigue ahí.
La ceremonia del inicio de las obras, la archiconocida foto de “la primera piedra”, se obró con toda pomposidad y la asistencia de personalidades políticas. Por parte del fabricante acudió un pez gordo del Consejo de Dirección de VAG, Michael Macht. Y en el lado de los anfitriones estuvieron el Primer Ministro, el Gobernador de Kaluga Oblast y otros tantos trajeados, todos con nombre de marca de vodka, que si los tengo que reproducir aquí me quedo sin sitio para el artículo. En resumidas cuentas, esto son otros 840 millones de euros más en el país.
Las cuentas de momento les salen, porque en este año se han facturado 315.000 vehículos a clientes locales, un 38% más que el año pasado. Y para el 2018 esperan llegar a la cifra mágica del medio millón de coches en doce meses.