Proyecto que empezó en el 2012 con un concept y que la gente de Peugeot Sport sacó adelante con ahínco hasta que a principios de verano se vio rodar en el festival de Goodwood una unidad preserie. La versión definitiva ya reposa en el stand de Frankfurt con una tela encima, esperando a que mañana la prensa lo pueda diseccionar. La comercialización será a principios de 2014.
De los méritos del biplaza de Peugeot no hace falta hablar demasiado, pues en diseño y performance demostró desde su primera versión que estaba a la altura de muchos de los mejores y más laureados nombres de la automoción. El RCZ R sólo viene para rubricar que en este terreno Peugeot Sport no tiene nada de lo que avergonzarse.
El motor 1.6 THP que hace muchos años naciera de la colaboración con BMW ni remotamente se parece a lo que tenemos aquí, merced de la transformación que ha sufrido en manos de los galos. Si en la versión más potente del RCZ o el 208 GTi ya vamos por los 200 CV, en el RCZ R han puesto un listón muy alto con 270 CV. Esto ha obligado a montar un diferencial Torsen de deslizamiento limitado y cuatro discos de freno de 380 mm con cuatro pistones en las pinzas. A la postre, el 1.6 THP supera la normativa de contaminación Euro 6.
La excelencia se consigue trabajando
El refuerzo de materiales y los cambios severos que ha tenido que sufrir bajó el capó, aún así, no le han eximido de una de la prioridades que tenía si quería aspirar a ser un auténtico sprinter: el coche pesa 17 kilos menos. No es una cifra baladí, si contamos con que laten 330 Nm de par motor a partir de las 1.900 revoluciones. Tal vez esto implique que la entrada del turbo está algo retardada, pero no creo que nadie se lo vaya a tener en cuenta cuando la velocidad punta está limitada electrónicamente a 250 km/h.
El interior también es de Peugeot Sport, declinando cualquier opción de proveedores externos y con renombre en la competición. Podrían haber recurrido a Recaro para hacer los asientos, por ejemplo. Pero se lo han cocinado todo ellos, con unos bonitos pespuntes rojos sobre la tela.
Las llantas bi-color, el difusor trasero nuevo y los escapes remodelados para asumir el derroche de caballaje suman puntos y, día a día, con buen pulso y trabajo, las personas se deshacen de fetiches y prejuicios; es decir, personalmente, prefiero al RCZ que al Audi TT. Mirad las fotos, comparadlas con las del TT en la web de Audi, y me dais vuestra opinión. Y luego mirad el vídeo y me contáis que el coche es feo…