Sebastian Vettel es feliz. Tal vez más feliz que nunca después de fichar por Ferrari, aunque su nivel de felicidad puede decrecer en las próximas semanas en función de lo que sea capaz de hacer durante las primeras carreras de la temporada de Fórmula 1 que está a punto de empezar.
Sea como sea, lo que no le van a quitar es la posibilidad de probar los superdeportivos que fabrica la marca italiana. Uno de ellos, el FXX K, le ha impresionado tras unas cuantas vueltas en Fiorano, el trazado donde suelen llevar a cabo todo tipo de pruebas antes de lanzar sus modelos al mercado.
Más potente que un F1
«¡Mamma mia! ¡Va como un cohete!». Son algunas de las expresiones utilizadas por el piloto alemán durante los minutos que pasó al volante de una bestia que entrega 1.050 CV de potencia conjunta a 9.250 rpm, puesto que se trata de un híbrido cuya mecánica está formada por un motor V12 gasolina de 860 CV a 9.200 rpm (60 más que el LaFerrari) y un eléctrico de 190 CV (27 más que el LaFerrari). El par máximo del motor de combustión es de 750 Nm a 6.500 rpm.
Se mueve asociado a una caja de cambios automática de doble embrague DCT de siete marchas. Aerodinámicamente es una maravilla y no le falta un sistema de recuperación de energía (HY-KERS) que está provisto de cuatro modos de funcionamiento que modifican el comportamiento del condensador (Qualify, Long Run, Manual Boost y Fast Charge).
Visto lo visto en el vídeo que se muestra a continuación, el cuatro veces campeón del mundo de Fórmula 1 se va a pedir uno para su cumpleaños.