El Plan PIVE ha evitado que el mes de febrero sea catastrófico en lo que a ventas se refiere. No ha dejado de ser un mes malo, pero por lo menos algo se ha vendido. Las compras de particulares han vuelto a subir con fuerza y hay quienes siguen empeñados en ver brotes verdes donde no los hay. Con más de un 26% de parados es complicado que un sector como el de la automoción pueda funcionar en nuestro país, por mucho Plan PIVE que sirva de incentivo.
Descenso anual acumulado del 9,7%
En total se han matriculado 58.373 turismos y 4×4, un 9,8% menos que en febrero de 2012, que ya fue un año malo. Las ventas a particulares han caído un 8,7% y a empresas un 25,9%, mientras que las de las alquiladoras han aumentado un 7,6% por la cercanía de la Semana Santa. En el acumulado anual, el mercado español ha caído un 9,7%, o lo que es lo mismo, se han vendido 108.048 vehículos menos.
El nuevo Plan PIVE ya acumula 18.000 reservas de las 150.000 que están presupuestadas. Su llegada no ha servido para evitar una caída de las ventas, pero ha frenado un descenso sin paracaídas que asusta a todos los trabajadores del sector. La asistencia a los concesionarios ha aumentado en un 32% y el número de pedidos en un 42% desde que hay Plan PIVE. Sin ayudas no me quiero ni imaginar cómo estaríamos ahora mismo.