Cuando te compras un coche como el Porsche 911 Carrera S, que en España cuesta ahora mismo 121.221 euros, lo mínimo que esperas es que no te dé problemas. Si te gastas semejante cantidad de dinero es porque piensas que vas a conducir uno de los mejores vehículos del mercado. Sin embargo, esto no siempre es así.
No lo es porque hay clientes con mala suerte o con ganas de buscarle tres pies al gato, como quieras decirlo. Nick Murray, un neozelandés que vive en Estados Unidos, lo ha querido dejar claro grabando un vídeo que en menos de dos días acumula casi medio millón de reproducciones. Lo que hace no es otra cosa que hablar de los dolores de cabeza que le ha dado desde que se lo compró.
Demasiados fallos para ser nuevo
De entrada debería estar más contento que cualquier español que se compre un Porsche 911 Carrera S en territorio nacional, puesto que pagó algo menos de 100.000 dólares. Eso significa que desembolsó unos 73.000 euros al cambio actual, casi 50.000 euros menos que aquí. No son minucias, desde luego.
Lo que le ha mosqueado no ha sido el precio, sino el humo que salía de las puertas cuando apenas había recorrido unos kilómetros o el hecho de que las ventanillas se bajaban solas sin tocar ni un botón. Además, también ha tenido problemas con la potencia del motor y la caja de cambios circulando en carretera, así que el pobre hombre está viviendo un calvario con lo que pensaba que era una joya sobre cuatro ruedas.
Por suerte para él, está en garantía. Sin embargo, en Porsche tienen problemas para arreglar lo que parece ser una unidad defectuosa. Lo mejor sería entregarle otra, pero de momento no le han dicho nada de eso. De hecho, lo único que le están ofreciendo es la posibilidad de ampliar el equipamiento de su 911 Carrera S a través de paquetes.
Los clientes importan tanto como los beneficios
Este vídeo, sumado a las imágenes del Porsche Macan rescatado por un Dacia Duster, hablan muy mal de una marca que obtiene unos 16.800 euros de beneficio neto por cada coche que vende, lo que se traduce en un 18% de margen. O dicho de otra forma: es cuatro veces lo que puede obtener Audi de beneficio por cada coche que vende.
Martin Winterkorn y los suyos tendrán que reflexionar. Porsche ha crecido mucho en los últimos años, pero obsesionarse con las ventas no es bueno. No lo es si dejas de lado un aspecto tan importante como la calidad y la satisfacción de los clientes. Fabricar automóviles bonitos y gastarse dinero en publicidad está muy bien, pero hay cosas con las que no se puede jugar.
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