El protagonista de esta historia no es un peligroso ladrón del este de Europa. Es un pequeño ladrón de dos años de edad que apenas mide 95 centímetros, lo suficiente como para darle un buen disgusto a su padre.
Mirancan, que así es como se llama la criatura que puedes ver en la imagen que hay sobre estas líneas, decidió ir a dar un paseo sin su carrito y sin la grata compañía de sus padres. Prefirió un carro más grande, concretamente el Mercedes-Benz Clase C con carrocería familiar de «papi». Por eso cogió las llaves y se fue sin decir nada, como aquel que se fue a por tabaco y no volvió nunca.
Sin el freno de mano puesto y en primera
Su padre estaba durmiendo cuando ocurrió. Se subió al ascensor con una silla pequeña para poder llegar a los botones y pronto se topó con el coche, que curiosamente estaba sin el freno de mano puesto y con la primera marcha engranada. Todo es muy rocambolesco, lo sé. Cuesta creerlo y a decir verdad es una historia más propia del guión de una de nueva entrega de Solo en Casa que de un hecho real.
Escapada corta
El niño solo pudo circular durante algunos segundos porque su aventura se terminó en un abrir y cerrar de ojos. Y no porque el padre se diera cuenta y se subiera al coche antes de que arrancara. Lo que pasó es que Mirancan se estampó contra un poste que no salió demasiado bien parado, pese a que el impacto se produjo a una velocidad tan baja que nuestro pequeño ladrón no sufrió ningún daño.
A continuación puedes ver las fotos que de lo que no sé si calificar como hazaña o susto monumental. Varios testigos afirman que todo es real, así que tendremos que creérnoslo y esconder las llaves del coche igual de bien que el jarabe para la tos. Cars está haciendo mucho daño.