El Volkswagen Atlas es una de las novedades de la firma alemana para tres mercados que son enormes. En un principio solo se venderá en Estados Unidos, en China y en Rusia, pero también podría llegar a Europa si las ventas van por buen camino. Eso sí, no parece que su diseño despierte pasiones a juzgar por los comentarios de uno de los diseñadores de la marca, que como es lógico no ha querido revelar su identidad para no perder su puesto de trabajo.
Llamativa confesión en el Salón de Los Ángeles
En The Truth About Cars se han encargado de dar a conocer las palabras que pronunció dicho empleado, que por lo visto no está por la labor de lanzar piropos al recién llegado por mucho que se lo pidan.
Ni corto ni perezoso, ha disparado contra el SUV de siete plazas que se fabricará en Chattanooga, Tennessee, desde donde se importará a los países en los que se comercializará:
Es aburrido. Desde luego que es aburrido. Es un coche con cuatro años, y con eso me refiero a que sea de hace cuatro años. Parece un Ford del año 2012.
Puede que su estética no sea un problema
Veremos si los potenciales clientes del Volkswagen Atlas piensan lo mismo. Lo que no se puede negar es que sus líneas no son ni mucho menos tan redondeadas como las del Tiguan, aunque puede que eso sea un punto a su favor en Norteamérica. No hay que olvidar que por esos lares se valora la robustez y la practicidad de un coche por encima de lo estético, algo que explica el éxito de las carrocerías pick-up.