Ni manual ni automática. La gama de vehículos más compactos de Opel ha reforzado su oferta mecánica incorporando la transmisión manual automatizada Easytronic 3.0, la misma que ya se anunció para el nuevo Astra cuando vio la luz, y que ahora se extiende al Karl, el Adam y el Corsa para que los clientes tengan más opciones.
Una alternativa accesible
Conscientes de lo cómodo que es conducir un coche con caja de cambios automática y sabedores de que normalmente encarecen el precio final a pagar en unos miles de euros, los ingenieros de Opel han trabajado para incorporar una solución a medio camino que no dispara demasiado las tarifas, uno de los factores que más valora el comprador de un utilitario a la hora de tomar una decisión.
Sencillez al poder
El cambio automatizado que proponen se basa en una caja manual que cuenta con un sistema de cambio y embrague robotizado. Aunque es verdad que no puede ofrecer el mismo nivel de confort que una caja con convertidor, es más fácil de utilizar que una caja de cambios tradicional, ya que el cambio de marchas se produce de forma automatizada. Y no solo eso, sino que es capaz de reducir las cifras de consumo de combustible.
Opel ya va por Easytronic 3.0 con funciones de resbalamiento y arranque optimizadas. Se diferencia de sus predecesores por el hecho de cambiar de marcha con mayor suavidad y rapidez, y encima ofrece la posibilidad de hacer los cambios utilizando una palanca que se puede desplazar hacia delante y hacia detrás en función de su queremos subir o bajar la marcha.
El modo resbalamiento evita que se produzcan tirones a baja velocidad, mientras que la función Start/Stop contribuye a que el arranque sea veloz y propicia una buena aceleración. Easytronic 3.0 siempre elige la marcha más eficiente posible, algo que les permite presumir de un Opel Astra gasolina 1.0 Turbo ecoFLEX que solo consume 4,2 l/100 km y emite 96 g/km de CO2. Dicho Astra, por cierto, tiene un sobreprecio de solo 700 euros respecto al equivalente con cambio manual.