El furgovolumen o monogoneta más popular de Ford se regenera y supone el primer retoño de la alianza con Volkswagen, anunciada a últimos del año 2019. Nada tiene que ver con la Tourneo Connect ‘2013-2018’. Se ha seguido un mecanismo idéntico al resto de fabricantes; en el campo de los vehículos industriales ligeros, que además son adaptables al transporte de personas, lo más provechoso es hacer gemelos con diferentes blasones. Cumpliendo a pies juntillas esta máxima de la clonación, Ford presenta una Volkswagen Caddy ‘2021’ con el escudillo cambiado, así de simple. Escoger una u otra, para muchas personas, será una guerra de concesionarios por sacar el mejor precio. El producto es el mismo.
Las diferencias que vamos a encontrar están en la luminaria, en la parrilla, en el emblema del volante y en el sistema operativo de la consola multimedios, que en este caso es el SYNC3 de Ford. El resto es facsímil entre Caddy y Tourneo. A lo lejos, habría que entrenar mucho el ojo para distinguirlas.
Motorizaciones
Esto significa que las unidades de potencia son de gasolina y diésel y de sobras conocidas por la clientela del grupo VAG: el 1.5 TSI de nafta y el 2.0 TDI de gasóleo. En ambos casos, son las versiones descomplicadas y ahorradoras de los motores. Es decir:
–Gasolina 1.5L. cuatro cilindros, tracción delantera, cambio manual de seis velocidades o automático DSG de siete velocidades y 114 CV.
–Diésel 2.0L. cuatro cilindros, tracción delantera, cambio manual de seis velocidades y 102 CV.
–Diésel 2.0L. cuatro cilindros, tracción delantera, cambio manual de seis velocidades o automático DSG de siete velocidades y 122 CV.
–Diésel 2.0L. cuatro cilindros, tracción 4Motion, cambio manual de seis velocidades y 122 CV.
Como se observa, esta tracción semitotal es privativa del cambio manual y la unidad diésel afinada a 122 CV.
Equipamiento
Puesto que los furgovolúmenes se están poniendo a precios imposibles, los marquistas intentan que haya pocas máculas en la conversión de un vehículo comercial a turismo. Aún nos falta sobijar la Tourneo, pero la Caddy sí que la hemos parcheado a fondo. Y nos parece que las sensaciones que se tienen dentro del habitáculo son muy de coche, y nada de furgoneta. Todos los abalorios decorativos y toda la quincalla electrónica de conducción figuran entre los equipamientos, bien sean un extra o bien los incorporen de serie. Conque aquello que alguien le exija a un Ford Focus, por ejemplo, también lo hallará en la Tourneo Connect. Techos acristalados, llantas de aluminio grandes, luces de ledes, emparejamiento de móviles, navegador, controles variables de velocidad y mantenimiento en el carril, cámara trasera, tableta táctil central con mil brillantinas y colorines, alarma de vehículos en el ángulo ciego, sensores que avisan de que llega un coche cuando estamos saliendo marcha atrás de un aparcamiento en batería… En fin, la letanía habitual a la que el lector de prensa del motor está acostumbrado.
También como la Caddy, esta Tourneo viene en dos longitudes, una de cuatro metros y medio y la otra de casi cinco metros. Con las dos pueden incorporarse siete plazas. Las versiones industriales, que en Ford deberían llamarse Transit Connect, todavía no tienen fecha de estreno.
¿Un Ford eléctrico con sello Volkswagen?
Sobre lo que Ford y Volkswagen han comunicado de sus tratos hasta la fecha, nos queda por recordar que en algún momento tendría que llegar un Ford eléctrico que sea de base un Volkswagen ID.3/CUPRA Born. Algo más adelante, los vehículos de trabajo más grandes cambiarían las tornas. Y sería Ford quien los desarrolle y fabrique, y Volkswagen quien los aproveche. ¿Cuánto de esto se va a cumplir? Ahora mismo, difícil saberlo. Las decisiones se están cambiando de la noche a la mañana, dada la incertidumbre en la que se encuentra la industria del automóvil.