Parece que Mercedes-Benz se está tomando muy en serio la transformación que ya han iniciado todos o casi todos los fabricantes de coches. Saben que el futuro es eléctrico y quieren apostar más que nadie por bloques que funcionen con electricidad. Por ello están dispuestos a tener una versión eléctrica de todos los modelos de su catálogo a partir de 2022.
No van a escatimar esfuerzos
Los planes de movilidad eléctrica de la compañía alemana siguen avanzando. Se han fijado como objetivo ofrecer más de 50 variantes eléctricas, que se dividirán entre híbridos enchufables y eléctricos puros.
10 billones de euros es lo que se van a gastar en los próximos años para que su oferta eléctrica sea la mejor del mercado. Semejante inversión no solo irá a parar a los propios coches que fabriquen, sino que también van a poner mucho dinero sobre la mesa para desarrollar y optimizar sus propias baterías. Podríamos decir que no quieren depender de un tercero para llevar a cabo su estrategia de electrificación, así que en todo caso absorberán empresas que tengan lo que están buscando.
El primer EQ está al caer
Para venderlos bajo la marca EQ, Mercedes-Benz empezará a fabricar sus eléctricos en la factoría de Bremen a partir de 2019. El primero será el EQC, un SUV eléctrico que ya están fabricando en China junto a BAIC y en Estados Unidos, concretamente en la planta de Tuscaloosa.
Están preparados para liderar la venta de coches eléctricos
Estamos hablando de un modelo que monta una batería de 70 kWh de capacidad. Gracias a ello, a pesar de su elevado peso, puede recorrer hasta 482 kilómetros con una recarga. Markus Schäfer, una de las voces autorizadas dentro de la compañía, está convencido de que les va a ir muy bien.
Nuestros vehículos eléctricos se fabricarán en seis plantas de tres continentes distintos. Llegaremos a todos los segmentos: desde el smart fortwo hasta los SUV de gran tamaño. Nuestra red de producción global está preparada para la movilidad eléctrica. Estamos electrificando el futuro.