Tesla sabe que ser el rey de Estados Unidos no te convierte en el rey del sector de la automoción. Para esto último estás obligado a vender muchos coches en todo el mundo, así que debes convencer a clientes como los europeos con buenos argumentos, sin poder recurrir al patriotismo y tratando de imitar lo que han logrado en Apple, que como ellos tienen sus cuarteles generales en California.
Menos chucherías por una buena causa
Como el Gobierno alemán se ha puesto las pilas para incentivar la compra de vehículos eléctricos e híbridos, han decidido adaptar su propuesta a las necesidades de sus clientes, que solo pueden acogerse a una subvención de 4.000 euros si el coche que se van a comprar no supera los 60.000 euros sin contar los impuestos.
El Tesla Model S más modesto supera esa cantidad, así que han hecho todo lo posible por ajustar su precio lanzando el pack Comfort, que como puedes imaginar prescinde de algunos elementos de equipamiento que elevan su precio considerablemente.
Con dicho pack su precio de venta al público cae hasta los 69.020 euros con impuestos incluidos, así que es unos 5.200 euros más económico. Lo malo es que te toca renunciar al navegador, a la cámara de visión trasera, a los sensores de aparcamiento, a los espejos retrovisores exteriores plegables eléctricamente, a la cuenta premium de Spotify, al asiento del conductor con memoria, a la conexión HomeLink, al detector de obstáculos en el ángulo muerto…
Las marcas alemanas se las prometían muy felices
Veremos cómo sienta esta noticia a los fabricantes alemanes. Se decía que el Gobierno había fijado ese precio para dejar fuera de juego a Tesla, pero los estadounidenses han demostrado ser más listos que ellos lanzando un producto que cumple los requisitos de un plan al que se aferrarán muchos alemanes.