¿Qué es más rápido, un Tesla Model S P85D o una moto de nieve? Para comprobarlo, la firma estadounidense se fue hasta un lago helado situado en Noruega y organizó una drag race. Estaban seguros de su victoria y se llevaron una cámara para dejar constancia de que su berlina no tiene rival en la nieve.
¿Quién dijo que los eléctricos no son potentes?
Con la confianza que les daba haber dejado en la cuneta a Lamborghinis o Challenger Hellcats, Elon Musk y compañía se enfrentaron a una moto de nieve en territorio hostil. Y no a una moto de nieve cualquiera, ya que la Lynx Boondocks entrega nada más y nada menos que 160 CV, una auténtica barbaridad si tenemos en cuenta que pesa muy poco en comparación con un coche.
El Model S P85D tampoco anda corto de potencia. En este caso son 700 CV para mover sus 2.239 kilos, que por cierto se distribuyen de forma equitativa entre el eje delantero y el trasero. Con ellos, y con sus 930 Nm de par motor unidos a la tracción integral, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos, una cifra que se aproxima mucho a la de los mejores superdeportivos del mundo. Para que te hagas una idea, es el mismo tiempo que emplea un Lamborghini Huracán LP 610-4 o un Porsche 911 Turbo S en alcanzar dicha velocidad desde parado.
Hay que decir que Tesla no se fue a Noruega por casualidad. Se trata de uno de los países donde más unidades están vendiendo, así que han optado por reforzar su presencia allí al tiempo que han enseñado músculo para abrirse paso en otros mercados.