Si días atrás vimos un par de Lamborghini circulando por Barcelona con las pinturas típicas de los taxis de allí, hoy es el turno de un Bugatti Veyron amarillo y cromado conducido por un presunto usuario de Uber que sorprende a los clientes que contratan sus servicios.
En primera instancia les dice que va a ir a buscarlos con un Toyota, pero en realidad conduce uno de los coches más potentes del planeta. Los más de 1.000 CV que esconde debajo de su llamativa carrocería no pasan desapercibidos cuando pisa el acelerador, aunque la broma se desarrolla en Dubái, donde están bastante acostumbrados a ver superdeportivos que superan los 200.000 euros.
Un YouTuber con suerte
Coby Persin, el YouTuber que protagoniza el vídeo, ya acumula más de un millón de visualizaciones. Me pregunto si con esa cifra habrá podido amortizar lo que le habrá costado alquilar semejante criatura. Eso si no ha tenido la suerte de que una casa de coches de lujo afincada en el emirato haya decidido cedérselo por amor al arte.
El Veyron convencional monta un motor W16 de 8.0 litros que entrega 1.001 CV a 6.000 rpm, cifra que se dispara hasta los 1200 CV a 6400 rpm en el caso del Veyron Super Sport. El par máximo es de 1.250 Nm entre las 2.200 y las 5.500 rpm, mientras que la caja de cambios es robotizada de doble embrague y doce velocidades. El control de tracción es total y sus prestaciones son sencillamente brutales: de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos y 408 km/h de velocidad punta (434 km/h en el caso del Veyron Super Sport).
Que se sepa, Bugatti solo ha fabricado 500 unidades de la versión coupé y 300 unidades de la versión descapotable, así que ponerse al volante de una de ellas es todo un privilegio.