Cerrando septiembre de 2017, Suzuki traerá al IAA (Salón de Frankfurt) el Swift Sport en amarillo vibrante. Viene a sustituir el modelo ‘2013’. De aquel ingenio de 1.6 litros y 135 CV salta al 1.4 con turbo y 140 CV. El impulsor de gasolina es el mismo que anima al S-Cross y al Vitara Versión S.
El cuarto Swift es el que menos Swift parece; el traje ha cambiado bastante aunque conserve los dobles escapes. Entre los coches pequeños que se han relanzado este año, el Swift es de los preferidos de esta redacción, junto al Fiesta y el Ibiza.
Demasiado alto
Excelente reparto de pesos y una dirección recia; gusta sentir que uno es quien mueve el volante y que hay conexión entre el aro y las ruedas. Por clavarle una espina, le reprocharemos ese metro y medio de altura. Mirándolo y tocándolo, se ve un vehículo desproporcionadamente alto, porque la comodidad de los pasajeros obliga. Le pasa lo mismo al Fiesta, y no tanto al Ibiza.
Bastante más ágil que el Baleno
El Swift es algo entre medio del segmento A y el B, en un punto justo que convida a salir a la autopista y las carreteras largas sin padecimientos por blandura de rendimiento o por inestabilidad a 120 km/h. El resucitado Baleno, al que, por ahora, no se le conoce una derivación deportiva, se construye con idénticos chasis y motores, pero no se maneja igual.
Habitáculo 100% Suzuki
Los interiores sí que son calcos entre los Vitara, los S-Cross y los Baleno. En el Swift Sport hay algo más de color en los remates del salpicadero y en el cuadro de instrumentación. El equipamiento es notable; el aspecto le resultará humilde a algunos, como sucede también con los Subaru. Pero, puesta la ficha técnica sobre la mesa, saca ventaja a la mayoría de sus contendientes.
Hacerse una idea del volumen tecnológico es fácil ojeando la terminación GLX, que está glosada en el artículo que publicamos cuando se dieron precios para España.
Un pequeño deportivo con un precio mundanal
El producto que Suzuki ofrecía en el 2013 era, a impresión mía, muy similar al planteamiento de un Abarth 595 o un MINI Cooper, y más barato. El trabajo en suspensiones para la edición 2018, aduzco, revalidará su lugar entre los automóviles chicos con más fibra y nervio. El precio para la península y las islas no se ha comunicado todavía; sin promociones, estimamos que se retendrá debajo de los 20.000 €.
Seguiremos al Suzuki Swift Sport y al resto de presentaciones de Frankfurt conforme se acerque el día de la apertura. Será un certamen con algunas ausencias de marcas que van a herir sensiblemente a los organizadores de la feria.