A muchos de nosotros se nos cae la baba con las sorprendentes colecciones de coches que poseen tanto futbolistas como estrellas de la música y la gran pantalla u otros ricachones en general. No obstante, nada puede compararse con los millonarios desfalcos que los sultanes, jeques o emperadores llegados de Arabia derrochan en espectaculares flotas de superdeportivos.
Uno de los millonarios petroleros más apasionados por el mundo del motor se llama Hassanal Bolkiah, un acaudalado sultán de Brunéi (sudeste asiático). Además de haberse comprado recientemente un lujoso Airbus A340, o pagar más de un millón y medio de dólares a Mariah Carey por cantar tres canciones a su heredero, el magnate posee una colección de coches que ronda los 2.500 vehículos, entre los que se encuentran más de 600 Rolls Royce, 574 Mercedes-Benz, 452 Ferraris, 382 Bentleys, 209 unidades de BMW, 21 Lamborghinis y al menos 10 Aston One modelo 77.
Asimismo, en los cinco hangares afincados en Bandar Seri Begawan, (capital del país soberano) también almacena un amplio número de modelos exclusivos fabricados únicamente para los ojos del sultán. Estos son, por ejemplo, un Ferrari Mythos, una versión modificada de Jaguar XJ220, un Betley Java, así como un Dominator 4×4 de la missa marca, el único Cicero BDB Maestro jamás construido, un Porche Carma, un excepcional Koenigsegg Agera CC Gran Turismo y hasta un Mercedes CLK GTR con volante a la derecha, único en su especie.
Hasta que llegó el desastre
Cuesta creer que una fortuna tan inmensa pueda haberse visto parcialmente dañada por la crisis que azotó Asia en 1997, pero así es. Según las últimas noticias, el sultán Hassanal Bolkiah perdió casi toda su colección de coches (se comenta que ahora “solo” posee 100 unidades en propiedad), tras las malas inversiones realizadas por su sucesor, el Príncipe Jefri Bolkiah.
Y es que el heredero al trono ha llegado más lejos que su padre en cuanto a derroches, ya que vive a rienda suelta con cinco mujeres, 17 hijos, un harén con 40 mujeres, un yate llamado «Pezón I», otro llamado «Pezón II» y por último, una embarcación llamada «Tetas», entre muchos otros muchos patrimonios. Y sabemos cuál es, aparte del lujo, la obsesión de este hombre.
En el año 2000, el Estado de Brunei interpuso cargos en contra de la familia Real para que devolviera todo lo que se gastaron con el dinero del pueblo. Os dejamos con un video que delata la impresionante colección que el sultán guardaba en el “garaje” de su casa.
me gustaría conocer al sultan como podría comunicarme con el
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