Recuerdo cuando los modelos Skoda eran tachados de impersonales, cuando se decía que les faltaba sal y pimienta. A los responsables de la marca checa se les echaba en cara que no arriesgaran más con el diseño y las ventas no acababan de despegar.
Eso ha cambiado últimamente porque la mentalidad de los responsables de Skoda también ha cambiado. Ahora diseñan coches más deportivos, con líneas fluidas, dinámicas y expresivas. Esos adjetivos son los que encajan a la perfección con el coupé Skoda VisionC que se presentará en el Salón de Ginebra.
El futuro pinta bien para Skoda
Se trata de un adelanto del lenguaje de diseño por el que van a apostar en los próximos años. Es la continuidad de una ofensiva que no se detiene alentada por los buenos resultados cosechados. Quieren llegar al público más joven y lo van a hacer con las armas que han empleado siempre, pero añadiendo un plus de innovación para que a nivel visual sus coches sean capaces de emocionar.
El Skoda VisionC es elegante, seguro y dinámico a la vez. Es un coupé de cinco puertas con un diseño exquisito formado por superficies suaves y ligeramente curvadas. Formas cóncavas y convexas que dan lugar a unas líneas afiladas y precisas que no van a pasar desapercibidas en el evento suizo.
El frontal es todo un acierto en lo que a proporciones y armonía se refiere, mientras que la zaga parece sonreír con un acabado totalmente innovador. Skoda no ha copiado lo que están haciendo otras marcas, ha hecho un ejercicio de diseño, funcionalidad e ingeniería para seducir a los clientes que se dejarán ver por sus concesionarios en los próximos años.
Motor que funciona con gas natural
Se fabrica con la plataforma modular MQB y bajo el capó incorpora un motor turbo de gasolina TSI que entrega 110 CV con GNC. Funcionando con gas natural consume una media de 3.4 kg o 5.1 m3 de CNG por kilómetro, mientras que sus emisiones son de 91 g/km de CO2. Eso le permite cumplir sobradamente con la exigente normativa EU2020.
