Ya sé que lo que más os gusta son los monstruos con más de quinientos caballos, pero también hay que tocar con los pies en el suelo y estar muy atentos a los coches que conducimos los mortales, porque también son fascinantes. Skoda va entendiendo que no puede basar su industria en dos sedanes, dos utilitarios y dos extravagancias como el Yeti o el Roomster. La gran asignatura pendiente por volumen de ventas era un compacto.
Ahora van a meterse directos en el avispero que supone la competencia en el segmento C, donde la lucha es salvaje. Lo van a hacer igual que en su día Chevrolet le cortara el culo al Cruze y lanzase una versión cinco puertas. E igual que, muchos años antes, Seat le amputase también la trasera al Toledo y lo transformase en el primer León.
Y todo está relacionado. Seat vuelve con el Toledo sedán mítico y Skoda presenta su hermano gemelo, el Rapid. Pero Seat ya tiene un compacto y Skoda no. Así que, siguiendo las directrices de aquel prototipo Vision D, el sedán Rapid sufrirá una profunda mutación para renacer como compacto. No sabemos si el nombre será “Rapid Hatchback”, o Vision D, o cualquier otro. Pero sí que será bastante estiloso, como veis en las fotos (sí, la chica también tiene estilo…) Las imágenes son las del prototipo Vision D mencionado y esperemos que no cambie mucho.
Por detrás, hay quien asegura que se parecerá un poco al Golf. No sé, juzgad vosotros y decid qué pensáis. Mi opinión es que la zaga es mucho más original, deportiva y osada que la del Golf, que personalmente siempre encuentro algo sosa, por más generaciones que salen.
Jürgen Stackman es el director de marketing de Skoda, y es el que de momento va dejando gotear información fidedigna: sólo habrá un cinco puertas, las versiones de tres dicen que no se venden lo suficiente. El precio será asequible para atraer clientela joven. Y habrá seis motores, pero sólo sabemos seguro de momento la existencia de dos gasolina (1.2 y 1.4 TSI) y un diesel, el 1.6 TDI. Lo esperamos para finales de año.