18 millones de vehículos fabricados es una locura aunque empieces a contar desde 1905, que es cuando Skoda empezó a dar rienda suelta a su creatividad. Desde entonces muchas cosas han cambiado y los procesos de producción actuales permiten crear miles de unidades al día para venderlas en todo el mundo. De hecho, han cambiado tanto que ni siquiera pueden tomar las decisiones más importantes desde la República Checa, ya que todo lo que se cuece debe ser aprobado por los peces gordos del Grupo VAG, que son los que mueven los hilos desde la sede de Wolfsburgo.
Un precioso Superb Combi para celebrarlo
La unidad número 18 millones es la que puedes ver en la imagen que ilustra este artículo. Es un Skoda Superb Combi de color blanco que ha salido de la planta que poseen en Kvasiny. Seguramente no esperaba un recibimiento tan caluroso, aunque da la sensación de que ha sido elegido a dedo para la foto. No es un Superb Combi cualquiera, y para darse cuenta de ello solo hay que fijarse en las llantas o en los detalles en negro mate.
Inversiones a la vista
En Kvasiny las cosas están cambiando mucho. Es una planta en la que Skoda tiene previsto invertir unos 260 millones de euros para incrementar su capacidad de producción a unos 280.000 vehículos al año, algo que servirá para crear 1.300 puestos de trabajo.
Michael Oeljeklaus, responsable de Producción del Comité Ejecutivo de Skoda, está satisfecho con los resultados que han obtenido en los últimos años apostando por las plantas que tienen en casa:
En los últimos 5 años, hemos incrementado notablemente el número de vehículos de alta calidad producidos alrededor del mundo. Las plantas de Skoda en la República Checa han hecho una importante contribución a ello, ya que son el corazón de nuestra red internacional de producción. Desde 1991, hemos invertido más de 11.000 millones de euros en la modernización y expansión de las instalaciones de producción en la República Checa.