El nuevo Shelby GT500 Super Snake me ha desbordado. Lo ha hecho gracias a un paquete que modifica tanto su estética como su corazón. Lástima que sea una edición limitada a 500 unidades que sólo se venderá en Estados Unidos…
Lo de lástima también lo digo después de saber que hay dos opciones a elegir: una de 662 CV y otra de 850 CV. ¿No se habrán pasado?
Por la versión más comedida hay que pagar 28.995 dólares, mientras que la versión más bestial se va hasta los 39.995 dólares, cifras a las que por supuesto hay que añadir los 54.200 dólares que vale el coche.
El sistema de refrigeración ha sido renovado para soportar arreones de todo tipo. Son nuevos el radiador y el intercooler, así como también los tanques de enfriamiento de aluminio. Las llantas pueden ser blancas o pulidas, pero cualquier caso son de 20 pulgadas. La caja de cambios es manual de 6 velocidades, los frenos Wilwood con 6 pistones delante y 4 atrás y el sistema de escape lo ha diseñado Borla.
Para la carrocería están disponibles los colores de siempre: Deep Impact Blue (azul clásico), Grabber Blue (azul clarito), Performance White (blanco), Ingot Silver (plateado), Sterling Grey (gris), Ebony Clearcoat (negro), Race Red (rojo) y Red Candy (rojo).
El cuero es el gran protagonista en el habitáculo. El color que viene de serie es el negro, pero se puede optar por la piel bitono. Además, se puede leer «Shelby» tanto en el reposacabezas de los asientos como en las alfombrillas.