«Quien la sigue la consigue», «a la tercera va la vencida», «el fracaso es una parte importante del éxito»… Son frases que motivan y que te invitan a intentarlo una y otra vez. Frases que resuenan en SEAT después de que la compañía se marchara de China en abril del año pasado por culpa de los malos resultados de ventas.
Matricular algo más de 3.300 vehículos entre 2012 y 2014 en un mercado de semejantes dimensiones es un fracaso, pero creen que ya han dado con la solución del problema y volverán a probar suerte este año (o como mínimo harán pública su decisión de volver antes de que finalice).
Dos malas experiencias
El primer intento llegó a mediados de los años 90. El mercado chino todavía no tenía el cartel de ganga, pero todo el mundo sabía que allí había un potencial tremendo para obtener beneficios. En aquel entonces ensamblaban en China las piezas que fabricaban en España. Parecía ser una buena estrategia, pero las cifras de negocio no acompañaban.
Lo volvieron a intentar en 2012 haciendo lo que pocos fabricantes de su tamaño están haciendo: exportar sus coches. Los aranceles hacen que el precio de los mismos se dispare en los concesionarios, así que la única forma de triunfar en el gigante asiático pasa por aliarse con un fabricante de allí. Es entonces cuando tienes el visto bueno para producir coches sin que el Gobierno te expulse.
Volkswagen es el ejemplo a seguir
Jürgen Stackmann, que ordenó recientemente la retirada de SEAT en Rusia por la crisis económica que está sacudiendo al país, cree que es imprescindible estar en el que ahora mismo es uno de los mercados más rentables del mundo, por no decir el que más. Lo saben en la empresa matriz, Volkswagen, donde son capaces de vender más de 3 millones de vehículos al año, una cifra que les permite ser el fabricante europeo que más coches entrega por esos lares.
¿Alianza con papá o con un extraño?
Eso hace que SEAT tenga dos opciones de cara a su regreso: o aliarse con un fabricante chino o utilizar una de las 16 plantas que el Grupo VAG tiene en China. La respuesta la tiene Martin Winterkorn, el mandamás del entramado de empresas más potente del sector de la automoción.
En lo que a modelos se refiere, es buena idea fabricar el SEAT Toledo teniendo en cuenta la afición de los chinos por los vehículos con carrocería sedán. También el nuevo SUV, que todavía no tiene nombre y que se espera que llegue al mercado europeo en 2016.
Actualización
Se confirma que SEAT vuelve a China, pero esta vez fabricando sus coches allí. Seguirá los pasos de Toyota, Ford, Volkswagen… Marcas que no han tenido más remedio que bajarse los pantalones. Si quieres hacer negocio sin perder competitividad no te queda otra. A menos que seas una marca que vende superdeportivos de más de 150.000 euros, claro. En ese caso al cliente no le importa tragarse los aranceles porque son calderilla.