SEAT lleva una racha de buenas noticias que a mí personalmente me alegra. Sin embargo, la que hemos podido conocer hoy no es tan buena como las anteriores, ya que a más de uno le dejará helado.
Resulta que han decidido prescindir de una versión Cupra que muchos estábamos esperando junto al lanzamiento del nuevo Ibiza. Han considerado que no es rentable y ya no hay vuelta atrás.
Un Ibiza FR no es suficiente
La quinta generación, que fue presentada ayer, tendrá como tope de gama al Ibiza FR con motor 1.5 TSI de 150 CV. Es sorprendente teniendo en cuenta el currículum deportivo de la marca, que a finales de 2016 anunció una versión Cupra del León que entrega nada más y nada menos que 300 CV.
Cuestión de dinero
No habría estado nada mal un Ibiza de 200 CV para competir con los Polo GTI, Clio RS y compañía, pero los números no salen y han decidido sacrificar esa opción. En la anterior generación, la que todavía se vende en los concesionarios, a duras penas están siendo capaces de cubrir los costes de desarrollo y producción de una variante que tiene a un público tan fiel como escaso. Tal vez en otros países con mayor poder adquisitivo funcionaría, pero aquí la mayoría de jóvenes tienen que conformarse con un Ibiza más comedido como puede ser el FR.
El Ibiza FR actual monta el 1.5 TSI de 150 CV, con el que acelera de 0 a 100 km/h en 7,7 segundos. No es una cifra espectacular, desde luego, así que más de un cliente pasará de abrir la puerta de los concesionarios SEAT si lo que busca es un cohete con ruedas.
¿Adiós definitivo?
La pregunta es inevitable. ¿Desaparecerá para siempre el Ibiza Cupra? El tiempo lo dirá, pero me temo que SEAT va a centrar todos sus esfuerzos en su gama SUV, así que no habrá dinero para los modelos que se aguantan con pinzas.