La situación sigue siendo desesperante en España. Después de que terminara el Plan 2000E, los concesionarios no han podido levantar cabeza, se venden muy pocos coches y eso no hará otra cosa que cebarse con los miles y miles de empleados que trabajan en el sector de la automoción. Con octubre ya cerrado, podemos decir que la caída en las ventas es de un 37,66% con respecto al mismo mes del año anterior. Sólo se han podido vender 61.366 coches, motivo por el cual todavía no hemos podido ver ninguna matrícula con la H como primera de las tres letras.
Según Ganvam (Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor), si la cosa no mejora nos situaremos en un nivel de ventas similar al del principio de los años noventa, llegando a reconocer una caída del 50% respecto al año 2007. La verdad es que es una auténtica barbaridad, un reflejo de la crisis económica que sigue viviendo nuestro país y que parece no tener fecha de caducidad.
En total se calcula que se han despedido a unos 30.000 trabajadores relacionados con el sector desde que empezó la crisis. Además, si las ventas siguen por los mismos derroteros, esa cifra podría verse ampliada con 10.000 trabajadores más, lo cual elevaría todavía más la tasa de paro española, ya de por sí escalofriante.
En estos momentos, a falta de dos meses para que se termine el año, la tasa de crecimiento es del 9,4% respecto al año anterior, pero no hace falta decir que es debido a que los primeros meses fueron muy buenos. Si los dos próximos son malos como los últimos, lo más normal es que la tasa de crecimiento sea negativa, o lo que es lo mismo, que haya decrecimiento en las ventas.
¿Qué sucederá? ¿Reaccionará el Gobierno con un plan similar al Plan 2000E? No lo sabemos, pero por el bien de todos algo tendría que cambiar de una vez por todas.