Rolls-Royce no se va a subir al carro de la hibridación. En su lujoso catálogo de coches no veremos modelos que mezclan motores eléctricos con motores de combustión. Ellos prefieren dar el salto definitivo a la electrificación, aunque no lo harán hasta que estén preparados.
Lo ha dicho el mandamás de la compañía, el bueno de Torsten Müller-Otvös. Lo ha querido dejar claro en una entrevista concedida a Autocar para que no le vuelvan a preguntar sobre el tema.
No habrá pasos intermedios
Por sus palabras, queda claro que deben estar desarrollando una tecnología eléctrica que tarde o temprano implantarán en sus modelos. Eso sí, no se les ve con mucha prisa:
La tecnología eléctrica es el futuro, pero nuestros clientes no tolerarían el compromiso con la hibridación. La electrificación es el único modo de mirar al futuro y para nosotros no hay pasos intermedios. Es la propulsión del futuro sin posibilidad de equivocarse, porque llegará algún momento en el que no habrá motores de combustión de ningún tipo.
La firma británica no quiere dar pasos en falso para no marear a su clientela. Anunciarán sus coches de cero emisiones cuando llegue el momento, sin importarles si se suben al carro los últimos. Son conscientes de que el perfil de persona que se interesa por un Rolls-Royce no está especialmente preocupado por el consumo y las emisiones.
Los coches autónomos tampoco están en su lista de prioridades
Otro tema que están dejando bastante aparcado es el de la conducción autónoma. No la descartan por completo, pero tampoco van a invertir dinero a lo loco. Quien se compra un Rolls-Royce no lo hace para conducirlo, sino para que sea el chófer de turno el que le lleve a todas partes. De ahí que no sea una prioridad.