Muchos habréis visto ya películas como ‘El Lobo de Wall Street’ o ‘Cosmópolis’… ¿Qué tienen en común? Pues que la figura del rico decadente no es un anciano.
En Goodwood vienen observando que el tiempo no pasa en balde y que los hijos de los grandes empresarios suben con más hambre que sus predecesores, y que necesitan la limo para llevar sus negocios espídicos y su vida lúdica a cuestas.
Para que los cachorros no se pierdan tentados por otras carnes más voluptuosas y sigan la senda de la tradición y la disciplina, el Espíritu del Éxtasis renueva su coche más vendido desde el 2009, el Ghost.
El fabricante artesanal presenta en sus informes al Ghost como el vehículo por encima de 200.000 € más popular del mundo.
Esto es un extracto de un texto para prensa de Rolls-Royce. El calado, la profundidad y la moral del escritor o la escritora merece un Nobel a la Literatura y otro a las Ciencias Sociales y cuenta con todo mi soporte, porque al leerlo casi me ha emocionado:
Estas personas son un grupo único y exclusivo de excepcionales triunfadores que impulsan la prosperidad en el mundo actual. Saben lo que quieren y van a por ello. Y entonces, una vez conseguidos sus objetivos, se premian a sí mismos con el símbolo definitivo del éxito, un Rolls-Royce Ghost.
Pues bien, si el símbolo definitivo de tu éxito en la vida es un coche, vamos a contarte en qué cambia el Ghost con su restyling.
Mecánica, carrocería
La carrocería con otras pinturas y con una parrilla algo menos prominente, suaviza la silueta de ladrillo con ruedas de 21 pulgadas. Ya sea en batalla corta o larga, nos referimos a un coche muy por encima de los cinco metros de largo y muy por encima de las dos toneladas de peso. Limando un poco las esquinas, han conseguido que parezca un poco distinto al Phantom o al Wraith.
La perla en su exterior son los faros full-LED sensibles a los movimientos del volante y a la circulación que viene en sentido contrario.
Columnas de amortiguación y cojinetes hidráulicos traseros son nuevos, e ídem para la columna de transmisión. Antes que ser más dinámico, la marca quería hacerlo más silencioso por dentro, inmune a las vibraciones, y ampliar la capacidad de giro del automóvil para que no necesitase un velódromo entero para dar una vuelta de 180º.
La caja de cambios automática ZF de ocho marchas es igual que la que estrenó el Wraith el año pasado. Es decir, que está controlada por GPS. El ordenador observa el estilo de conducción que se está practicando y se anticipa a cada circunvalación, curva o cambio de orografía, preseleccionando en cada momento la marcha que el vehículo cree que su conductor va a demandar cuando pise el gas.
Un remanso de calma para emperadores estresados
El motor, por lo demás, sigue insistiendo en la tecnología de las 48 válvulas para 12 cilindros en V, dos turbos y 6.600 centímetros cúbicos. 563 CV de potencia para alcanzar 250 km/h mientras dentro tiene que reinar siempre una sensación de paz infinita.
En el programa de personalización Bespoke ha dirigido la creación del interior y las opciones disponibles para cada cliente en particular. Hay un nuevo mando giratorio para manejarse con los correos, la tele, las videoconferencias y demás tareas de ofimática hi-tech que se pueden hacer dictando con la voz. El panel táctil tiene 10,25 pulgadas y el equipo de audio 18 altavoces.
Los asientos traseros están ladeados un poco para que los pasajeros traseros puedan mirarse mejor, pero no están tan juntos como para que si uno de ellos quiere regular la posición de las piernas y hacerse una tumbona playera de piel carísima se encuentre con algún entorpecimiento.
Os dejo con la galería de fotos, que es lo único que vais a ver de este coche, porque no sois “personas excepcionales que impulsan la prosperidad en el mundo actual”. Por lo tanto, no os podéis premiar a vosotros mismos con “el símbolo definitivo del éxito, un Rolls-Royce Ghost.”
No lo digo yo, lo dice Rolls-Royce.