Son imágenes escalofriantes. El Audi RS6 DTM de Jon Olsson ya no es lo que era. Ha quedado reducido a cenizas por culpa de unos ladrones que se lo llevaron para prenderle fuego. Una desgracia que nadie podía imaginar cuando lo veíamos moverse en plena nieve con un desparpajo inusual.
Le pilló lejos
No le fue nada bien viajar a Nürburgring para probar el nuevo Audi R8 mientras su preciada máquina descansaba en Ámsterdam preparándose para un rodaje. No estuvo a buen recaudo, desde luego, porque unos ladrones con ganas de pillar cacho se lo llevaron a punta de pistola y quemando sus gomas para no ser alcanzados.
Cuando llegaron a cierto punto si dieron cuenta de que no era un Audi cualquiera. No iban a pasar desapercibidos, así que decidieron quemarlo para no dejar huellas. Será difícil que alguien descubra quiénes fueron los autores de una hoguera que terminó con la vida del juguete más preciado de Olsson.
Atrás quedan sus 950 CV de potencia y las numerosas modificaciones que incluía, una de ellas ideal para hacerse notar gracias al sonido que emitía su sistema de escape. Como puedes apreciar a continuación, el coche se ha quedado en el chasis y gracias. El propio Olsson subió la imagen de su estado actual a su cuenta de Instagram con un comentario que expresa su indignación.
