Renault-Nissan ya tiene su nueva plataforma de arquitectura para plantar cara a las de la competencia. El Grupo Volkswagen tiene su famosa MQB (no confundir con el programa de televisión «Más Que Baile») y Peugeot-Citroën saca pecho con su EMP2. Por eso ahora llega la CMF, la que dará vida y forma al nuevo Nissan Qashqai (Nissan Rogue para los norteamericanos).
La Common Module Family (CMF) servirá para que varios modelos de ambas firmas tengan algo en común. Estamos hablando del Qashqai, del Murano, del X-Trail, del Scénic, del Laguna y del Espace. Los pesos pesados en cuanto a tamaño que no difieren en exceso en lo que a dimensiones se refiere.
¿Menor coste de producción = menor precio?
De esta forma pretenden ahorrar en los costes de desarrollo y en las piezas que formarán parte de dichos modelos. Al ser prácticamente las mismas, el poder de negociación que tendrán con los proveedores será mayor. De hecho, con esta arquitectura está previsto un ahorro de entre un 20 y el 30% en concepto de piezas, algo que dicen que se podría traducir en un precio un 40% más competitivo. Veremos si es verdad o se apropian de un margen superior y se quedan tan anchos. Yo voto por lo segundo.
El proyecto que gira en torno a esta plataforma afectará a 14 modelos y pretenden fabricar 1,6 millones de vehículos al año salidos de la CMF. Los primeros estarán listos a finales de año. Serán el Qashqai y el X-Trail en Europa y el Murano y el Rogue en Estados Unidos. Más tarde llegará la renovación del Laguna y las nuevas generaciones del Espace y el Scénic.