Pronto podríamos anunciar buenas noticias de la mano de Renault España. Resulta que el director general se ha reunido con el Comité Intercentros para tratar un tema que podría suponer la creación de 1.300 nuevos puestos de trabajo en nuestro país. Tal y como está el sector de la automoción, y España en general, la noticia está generando muchas expectativas.
Palencia, Sevilla y Valladolid deberían trabajar a pleno rendimiento si finalmente se aprueba. Al parecer, el grupo francés tiene en mente varios proyectos, aunque todavía no ha desvelado ninguno de ellos.
En estos momentos en Palencia se fabrica el Renault Mégane, en Sevilla las transmisiones y en Valladolid los Modus, Grand Modus y el Clio (aunque este último tiene los días contados). Además, en Pucela también se monta el Twizy y se fabricará el futuro Renault X-87, una especie de todocamino que tratará de evitar comparaciones con el Dacia Duster para no ser considerado un vehículo low cost.
Una contrapartida muy cruel
El nuevo plan de Renault pasa por llevar a cabo «ajustes salariales», así que la cosa no pinta tan bien. Se aumentaría la jornada anual de trabajo, se reducirían los pluses salariales y se introducirían nuevos turnos especiales (los más probables son el de 7 días laborales y el de fin de semana). En resumidas cuentas, la vida de los trabajadores de Renault será peor en todos los sentidos.
Con este nuevo plan Palencia pasaría de producir 190.000 unidades anuales a producir 280.000. En Sevilla se fabricarían 400.000 piezas más para llegar a 1.400.000 y en Valladolid se optaría a la adjudicación de futuros proyectos de la marca. Esto último me parece muy bien, pero lo del párrafo anterior puede ser sencillamente terrible para quienes ahora mismo están en plantilla.