Se acabaron las tonterías. El Range Rover Sport ha sido presentado en el Salón del Automóvil de Nueva York con un invitado muy especial. El actor Daniel Craig ha tenido el privilegio de ser uno de los primeros en conducirlo. Lo ha hecho ante un aluvión de fotógrafos y periodistas del motor que no han querido perderse ni el más mínimo detalle de la nueva joya de la firma británica.
Es el Range Rover más grande y veloz que se ha fabricado y toma como prestados algunos detalles del Range Rover Evoque. Con todo eso pretenden que se convierta en el modelo más vendido de su historia, aunque para saber si ese objetivo es factible deberemos conocer su precio, algo que sigue siendo una incógnita.
Los principales cambios estéticos hay que buscarlos en el frontal. El paragolpes impone, aunque su parrilla es más comedida. Las taloneras son de nueva factura y las llantas son de 19 a 22 pulgadas. El techo, que se diferencia por su color del resto de la carrocería, incluye un pequeño alerón que le da un toque más enérgico, mientras que el paragolpes trasero (que también es nuevo) incluye un par de salidas de escape cromadas que completan el conjunto.
Land Rover ha trabajado en un aspecto tan importante como es el peso. Han logrado reducirlo en 420 kilos gracias al empleo de materiales tan ligeros como el aluminio y el magnesio, que por cierto podemos encontrar en los paneles y en las puertas.
Sus dimensiones son las siguientes: 4.850 mm de largo (batalla de 2.923 mm), 2.073 mm de ancho contando los retrovisores y 1.780 mm de alto. El coeficiente aerodinámico es de 0,34, pero la versión más potente puede alcanzar un coeficiente de 0,37. Pesa entre 2.115 kilos y 2.398 kilos, lo que le permite ser 45 kilos más ligero que el nuevo Range Rover.
Cuatro motores a elegir
Las motorizaciones nos dan una alegría. Hay cuatro disponibles (tres diésel y un gasolina):
– TDV6 3.0: Con 258 CV y 600 Nm de par. Acelera de 0 a 100 km/h en 7,1 segundos y alcanza una velocidad máxima de 209 km/h.
– SDV6 3.0: Con 292 CV y 600 Nm de par. Acelera de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos y alcanza los 209 km/h, aunque opcionalmente también puede alcanzar los 220 km/h.
– SDV8 4.4: Con 339 CV y 700 Nm de par. Acelera de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos y alcanza los 225 km/h de velocidad punta.
– 5.0 V8 Supercharged: Con 510 CV y 625 Nm de par. Acelera de 0 a 100 km/h en 5 segundos y puede alcanzar los 220 km/h, aunque opcionalmente también puede circular a 250 km/h.
La caja de cambios es automática ZF de 8 velocidades sea cual sea la opción elegida. También hay que decir que dispone de dos sistemas de tracción permanente, uno con reductora y reparto de par de 50-50 y otro sin reductora, más ligero y con un reparto de 42-58.
Es probable que con el paso de los meses se incorpore un nuevo motor a la gama. Será un cuatro cilindros ligero con menos potencia que los que acabo de mencionar. Además, a finales de año está previsto que vea la luz un motor diésel híbrido muy eficiente.
El interior ha sido calificado de minimalista por la propia marca, tal vez por los colores y materiales empleados. Yo lo definiría como lujoso y deportivo. La gran batalla del Range Rover Sport le permite ofrecer una configuración 5+2. Los asientos de la tercera fila se pueden abatir en 50/50 y los de la segunda fila en 60/40 o 40/20/40.
El volante es más grueso y más pequeño, forrado para que sea igual de suave al tacto que el resto del habitáculo.
Para terminar sin olvidarme del aspecto tecnológico, hay que decir que incorpora un Head Up Display que muestra información importante sobre el vehículo y la navegación. Usa un láser para proyectarlo todo con más claridad en el parabrisas.
Además de eso, no le falta un sistema de reconocimiento de señales, otro de aviso en caso de cambio de carril involuntario y el Wade Sensing, una función específica que te va mostrando información durante los vadeos.
Os dejo con un vídeo en el que aparece en movimiento y prometo manteneros informados en cuanto se conozcan los precios para España.
