Hace un tiempo, aproximadamente 6 meses, Land Rover nos dejaba con la boca abierta gracias a un restyling efectuado sobre los Ranger Rover y Range Rover Sport. Además, acompañaron las novedades estéticas con una nueva remesa de motores tanto diésel como gasolina. Sin embargo, todavía les queda por presentar lo mejor, una versión híbrida en la que están trabajando actualmente.
La firma inglesa elegirá el motor 3.0 diésel de 6 cilindros para que su primer híbrido sea una realidad. Por si fuera poco, se convertirá en el primer diésel híbrido siempre y cuando el grupo PSA no se adelante. Funcionará también con un motor eléctrico de 25 KW (34 CV aproximadamente) y su sistema será muy parecido al del Toyota Prius, pudiendo funcionar en modo eléctrico únicamente durante algunos kilómetros.
Land Rover se quiere poner las pilas y quiere ser otra de las muchas marcas que ya tienen lo de los consumos y las emisiones entre ceja y ceja. Durante muchos años han diseñado coches muy despilfarradores y ahora quieren cambiar su estrategia de negocio por completo. El Freelander start-stop ya es una muestra de ello, ya que consigue reducir el consumo en un 10% mediante el calado del motor en semáforos y retenciones.