Seguimos pagando una crisis económica y financiera causada por la incompetencia y la falta de honradez de nuestros políticos. Como sabéis, las medidas de ajuste se anuncian cada semana y a uno le da miedo ver las noticias. Mariano Rajoy sale a la palestra de vez en cuando para dar sensación de normalidad, incluso se va a ver un partido de fútbol de la Eurocopa para disfrutar por la patilla de un partido que todos querríamos ver lo mismo. Pero las cosas no son ni mucho menos tan bonitas, por lo menos para los que no acudimos al Congreso de los Diputados en traje y corbata.
El caso es que ahora toca hablar de otra medida que afecta a nuestros bolsillos de una forma bastante directa. Se trata del impuesto al combustible, que como viene siendo habitual volverá a subir un poco más para apretar el presupuesto familiar todavía más.
Una subida del gasóleo y la gasolina de unos 5 céntimos por litro se podría hacer efectiva muy pronto. Nuestro desastroso Gobierno que tanto se desdice se ha planteado subir 5,3 céntimos por litro el gasóleo y 4,6 céntimos por litro la gasolina. Eso significa que estamos hablando de una subida del 2,9 y el 2,3% respectivamente.
La Comisión Europea pide desde hace bastante tiempo que la tasa impositiva al combustible se asemeje a la de otros países de la Unión. Sin embargo, parece que no tienen muy en cuenta que aquí el consumidor final lo está pasando muy mal para llegar a fin de mes. Y más que lo va a pasar a partir de ahora. Además, de paso se encarece el precio del transporte y eso es algo que también repercutirá en el precio final de los servicios y los bienes de consumo.
Lo peor de todo esto es que el Gobierno tiene que compensar a los proveedores energéticos liberalizados por esta subida del precio final del carburante. Hay que hacer frente a la enorme deuda pública que nos ahoga y como siempre la carga recae en los ciudadanos.
En definitiva, los diésel y los gasolina son cada vez menos recomendables. Es mucho mejor apostar por los híbridos y los eléctricos con la que está cayendo, aunque también es cierto que todavía no estamos preparados para un aluvión de compras de este tipo de modelos más respetuosos con nuestros bolsillo y con el medio ambiente.