Pues prácticamente un monopolio que no se anuncia en ningún sitio y que a bien seguro la mayoría de seres humanos desconoce: PPG Industries. Una multinacional nacida en Pittsburgh en el siglo XIX y que hoy controla meramente todo el mercado de la pintura y recubrimientos en la automoción. A decir verdad, también tienen el negocio de pintar aviones y cohetes, entre otras industrias químicas y de fabricación de fibra de vidrio. PPG abastece a todas las marcas de coches y talleres, a veces con productos de etiquetado propio y a veces con pinturas de otras empresas que trabajan por mediación de su tecnología. Ellos desarrollan los compuestos químicos de las pinturas, crean los colores, los muestran a los diseñadores y los ponen en el mercado.
Este proceso de pintar el futuro se decide en una reunión anual en sus oficinas centrales en Estados Unidos, el Annual Automotive Color Trend Show. En la última de sus exposiciones presentaron 64 nuevos tonos para sean considerados en el diseño de los coches que se fabriquen en el 2015 y el 2016. Tal y como se puede encontrar en la web de Faconauto, entre esta paleta cromática hay exotismos como “Al Fresco”, que es un plata metalizado con matices de verde, “Glacier”, un gris grafito con ligeros toques de violeta, o el “Opulence”, un rojo perlado con un “intenso tono joya” (no tengo la menor idea que cómo es un “intenso tono joya”.)
PPG se preocupa mucho también de ir encuestando a los compradores para saber de sus preferencias, y se encuentran con que, a excepción de los compradores de coches de lujo, los mortales somos más simples. Aquí hay que diferenciar, desde luego, entre ambos sexos. Una mujer puede distinguir quinientos millones de variaciones cromáticas más que un varón. No es un comentario sexista, todo lo contrario, es un halago. Porque los hombres rara vez apreciamos algo más allá de los colores primarios y, si lo hacemos, desde luego somos incapaces de ponerle un nombre a esas tonalidades con la misma habilidad que lo hace una chica.
Los colores más demandados
En la última encuesta, sacaron como conclusión que a las tres cuartas partes de los clientes les importa mucho el color. Pero en mi opinión, la verdad a pie de concesionario es otra: te sueles quedar con alguno de los que ya tienen en stock porque le aplican algún descuento, así que tu entusiasmo por la moda desaparece en un pis-pas. Luego hay que contar que determinadas pinturas hacen subir el precio del seguro y de las reparaciones. Otro aliciente más para dejar de lado tus preferencias.
Sea como sea, el simple, plano e inmortal color blanco sigue siendo el color preferido en todo el mundo. Y los que le siguen en los primeros puestos son bien clásicos y esenciales, sin nombres de perfume francés. Varían en su orden depende del continente, pero son los mismos.
En Europa, después del blanco, el más demandado es el negro, luego el gris o plata, y cerramos podio con el azul y el rojo. Sólo un 3% escoge en el infinito abanico de excentricidades de PPG Industries.
Pero a lo que vamos: dentro de la industria de la automoción, esta gente de PPG mueve entorno a los 15 billones de dólares al año (datos que puede encontrar cualquier torpe consultor de Wikipedia como yo). No es un mal pedazo del pastel, ¿verdad?