Los coches son máquinas que se desgastan con el paso de los años y llega un día en que es necesario deshacerse de ellos. Se dice entonces que el automóvil ha llegado al final de su vida útil y es entonces cuando el propietario dispone de varias opciones. ¿Qué hacer con tu coche viejo? Si la idea es comprar otro nuevo, lo más rentable es casi siempre entregar el antiguo en el concesionario e intentar conseguir una descuento en el nuevo utilitario. Si la idea es solicitar su baja definitiva, lo más sencillo es entregarlo en un Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos (CATV) o también conocido como desguace. Finalmente, existe la posibilidad de venderlo a un taller, un chatarrero o un particular como de segunda mano que pueda estar interesado.
Sin embargo, en todo caso la opción más común y recomendable es entregarlo al concesionario, ya que además puedes beneficiarte de algunas ayudas u ofertas por parte de las marcas. Por ello conviene consultar en tantos concesionarios como sea posible. Hay que comparar precios y negociar en función de los plazos o la financiación. Pero obviamente la rebaja final dependerá del estado del vehículo que se entregue. Lo que más importa es el motor, que haya superado sin problemas la última ITV, que incluya un libro de mantenimiento y que no tenga golpes o ralladuras en el chasis.
También un punto a favor es que tenga menos de 10 años desde su fecha de matriculación. A partir de ahí, la tasación del vehículo se basará en la marca, modelo, motor, cilindrada, kilómetros o el estado en que se encuentre. Puedes consultar nuestro sistema de tasación, que te dará un precio en función de unos parámetros.