En España ha salido a la venta el gen seis del i30 sedán; coche de múltiples nombres en multitud de mercados. Para la carrocería de cinco puertas, un poco como hace Renault con sus Mégane y Fluence, Hyundai separa las denominaciones en ‘i30’ y ‘Elantra’. En otros sitios también figura como ‘Avante’.
La quinta rama del Elantra, la del 2011, sale desfilando de la Península Ibérica sin haber emitido sonido alguno, porque, como se verá, aquí se han tomado decisiones muy zompas para motorizar y equipar la berlina mediana.
Lo que deberías saber del nuevo Elantra
Los precios de lanzamiento, que están al final del texto, no reflejan posibles descuentos y promociones. Antes de llegar a ellos, repasemos el Elantra 6 desde seis ángulos.
1– La anatomía es la estrenada por el Tucson; ahora pasa al Elantra y, obviamente, llegará al cinco puertas sin culo en uno o dos años. Al lado del Elantra 2011, el nuevo es casi igual de largo y de alto, pero un centímetro más ancho, conque se ve más descansado sobre el suelo.
2– El espacio que había para los pasajeros era correcto, pero ahora hay más sitio para arregostarse en los asientos; el precio es la pérdida de una porción litros en el maletero. Antes había 485 y ahora 407, según el sistema de medición VDA que consta en la web de Hyundai España.
3– La carrocería se ha deshecho de ese aspecto de mocasín espantoso que tenía; el Elantra 2016 deja de parecer un zapato y toma un aire de mestizo entre norteamericano y centroeuropeo. La gente opinará si le gusta así, a mí me atrae más que otros sedanes de su misma talla, como, digamos, un Astra Sedán o un Focus Sedán. Al Fiat Tipo o el Citroën Elysée los encuentro igual de bien proporcionados que el Hyundai.
4– Por dentro, la distribución de los aparatos en el salpicadero rima con la del Tucson y el pequeño i20; en este ciclo prê-à-porter que arrancó con el i20, los Hyundai han escamochado las luces azules y la apariencia de cuadro de mandos de motocicleta, y dan impresión de coche diseñado sin estar bajo la influencia de la psilocibina que hay en las setas de la risa.
5– Estilo, seguridad y accesorios de telemática en el mismo rango que el Tucson. Según versión y extras, se disponen desde ruedas 225/45 con llantas de 17 hasta detectores de ángulo muerto, asistente de arranque en cuestas y tableta central de cinco pulgadas; una papilla de abalorios tecnológicos y guarnecidos muy celebrados por los apasionados de lo estético.
6– Bien y mal para los motores. El gasolina 1.6 baja de los 132 CV a 128 CV. Cuando lo probé, era un motor reposado y con tacto de tul; apenas hacía ruido o matraqueaba. Me imagino que continúa igual de gustoso, pero se ha sacudido unas décimas de consumo y unos gramos de CO2. Por otro lado, Hyundai se trae al Elantra su última combinación del diésel CDRi 132 CV con cambio automático de doble embrague. Esta versión, creo, será la que se dispense más en la España del gasoil. Quiebra un tanto las bondades de la generación seis que se reincida en la parquedad de variaciones mecánicas: el gasolina de 186 CV que tienen en Hyundai lo pondría en muy buen lugar, un sedán de fibra y nervio.
Versiones y precios de lanzamiento (abril del 2016)
En comparación con el Elantra V, los números apenas se mueven 500 euros hacia arriba, lo que, en opinión mía, es un buen movimiento de los surcoreanos; no se les ha destornillado la cabeza.
Gasolina:
– 1.6 128 CV cambio manual ‘Klass’ 20.025 €
– 1.6 128 CV cambio manual ‘Tecno’ 21.825 €
Diésel:
–1.6 136 CV cambio manual ‘Klass’ 21.825 €
–1.6 136 CV cambio manual ‘Tecno’ 23.625 €
–1.6 136 CV cambio automático doble embrague ‘DCT Tecno’ 25.475 €
–1.6 136 CV cambio automático doble embrague ‘DCT Style’ 28.700 €