La gente empieza a tomarse en serio lo de Tesla; tres años antes se les contaba entre las excentricidades de la automoción. Porsche va a hacer su Tesla, que de momento se queda con el nombre que le pusieron al prototipo: Mission E.
Se le vio acabando el verano del 2015 en el estado federal de Hessen, tierras alemanas donde celebra sin falta el enorme Salón de Frankfurt cada año. Da el aspecto de un Panamera porque lo es. Pero la diferencia es que el Mission E funciona únicamente con electricidad.
Llegará antes de 2020
En Porsche dicen que estará en la calle antes del 2020. Las baterías le darán una ligera ventaja sobre los tres tipos que hay de Tesla Model S. El americano menos potente y más andariego recorre alrededor de 427 kilómetros con una carga, y el Mission E debería andar, según los papeles de Porsche, unos 60 kilómetros más.
Las analogías entre el Tesla y el Porsche continúan; el Mission E también se impulsará con dos motores eléctricos, igual que el californiano. Como las cifras de caballos siempre despiertan tantas efusiones y encantamientos, hay que subrayar que Porsche quiere llegar a los 600 CV y encabezar la lista de supercoches eléctricos para cinco ocupantes.
Potencia limitada
Estos números de potencia son muy limitados; se entregan cuando la carga de la batería está al máximo y nada más están disponibles por unos segundos. Eso es lo que hace Tesla con sus 532 CV y sería cosa de magos que los alemanes sostuviesen una energía así durante todo el ciclo de una carga de batería.
Hay poca audacia en el movimiento que hace Porsche con el Mission E; otros hacen deportivos eléctricos. Vale de mucho, en cambio, observar las formas del vehículo; nos dejan ver igual que a través de un cristal esmerilado, aún sin mucho dibujo, cómo serán los siguientes diseños de los 911.