La versión más potente y rápida del Porsche Cayman es la que acapara todo el protagonismo en esta entrada. Lleva el apellido GT4 y lo tiene todo para seducir a los clientes que siempre le piden más a su coche. Su motor bóxer de seis cilindros es el gran culpable de que esto sea así, puesto que ha pasado de ser un 3.6 litros a ser un 3.8 litros. Entrega 385 CV a 7.400 rpm y un par máximo de 420 Nm entre las 4.750 y las 6.000 rpm. Casi nada.
Prestaciones impresionantes
Con semejantes características puede acelerar de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos y completar una recuperación de 80 a 120 km/h en 5,5 segundos con la quinta marcha engranada. El 0 a 200 km/h lo completa en 14,5 segundos y la velocidad máxima está cifrada en 295 km/h.
Todos esos datos superan con creces a los del Cayman que hasta ahora presumía de ser el más potente, el GTS. Entrega 340 CV, acelera de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y alcanza una velocidad punta de 285 km/h. Una barbaridad que ya no suena tan bárbara por culpa del GT4.
Uno de sus mayores rivales se rinde a su potencial
El Jaguar F-Type S Coupé, con sus peculiares características y con sus 380 CV de potencia de un motor V6 de 3.0 litros, completa el 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y no puede superar los 275 km/h de velocidad punta. El modelo alemán tumba al inglés por prestaciones, pero también es verdad que la diferencia de precio es considerable. Son 99.094 euros los que hay que pagar por el Cayman GT4, mientras que el F-Type S Coupé cuesta 88.450 euros. 10.000 euros de diferencia se notan a menos que tu cuenta corriente tenga muchos ceros a la derecha.
Los vídeos del deseo
Como suele ser habitual en Porsche cada vez que anuncian un lanzamiento, tenemos toda la información perfectamente desglosada y contenido multimedia para deleitarnos con la criatura. En esta ocasión han sido más generosos de lo habitual. Han publicado dos vídeos con objetivos bien distintos.
El primero de ellos te permite ver una unidad de color amarillo tanto por dentro como por fuera, desde todos los ángulos. El segundo es más entretenido, con actores de por medio y con un escenario idílico: el circuito de Nürburgring.