General Motors no está para tirar cohetes. En medio de fuertes problemas económicos y tras la dimisión del ex CEO de la compañía Rick Wagoner, la firma estadounidense ha confirmado que la planta de Bowling Green, donde se fabrica el Corvette, permanecerá cerrada como mínimo 15 días. Además, esto se repetirá en los meses de mayo, junio y julio durante las dos primeras semanas. Por si fuera poco, en los días en que se trabaja, la producción de vehículos pasará de 11 a 8 unidades.
Barack Obama quiere que GM se ponga seria para afrontar sus fuertes problemas financieros y así poder concederle más créditos para que salga adelante. En los últimos dos años la plantilla ha pasado de ser de 1.000 empleados a contar sólo con 400, medidas que precisamente no son las que más gustan al nuevo presidente de los Estados Unidos.
El Corvette peligra, y no sólo lo decimos por lo que acabamos de comentar. Lo decimos porque hace pocas semanas la división de vehículos de altas prestaciones (artífice de los Z06 y ZR1) desapareció por completo.