Los coches de segunda mano están más de moda que nunca. Con la crisis se ha hecho cada vez más difícil adquirir un coche de nueva factura, así que muchos se han adentrado en un mercado en auge en el que es bueno tener en cuenta una serie de recomendaciones.
No solo el precio es importante a la hora de tomar una decisión acertada, también hay que cerciorarse de que todo está en orden. Pedir un informe detallado de reparaciones y arreglos a la aseguradora o un historial de accidentes y averías es lo más recomendable. Aun así, conviene revisar 10 partes del coche antes de dar el «sí quiero» para no llevarse un buen disgusto.
Motor
Es el corazón del coche. Saber si está en buen estado es complicado si no se tienen unos mínimos conocimientos de mecánica. Al encenderlo es posible darse cuenta de si hay algo que no funciona bien atendiendo al ruido que hace. Además, se recomienda llevar a cabo la prueba de compresión, aunque para ello es muy probable que tengas que recurrir a un mecánico. Con ella se puede saber si la presión de los cilindros es la adecuada.
Frenos y caja de cambio
Que los frenos vayan bien es vital. Hay que comprobar que las pastillas y los discos están en buen estado, que no chirrían y responden como es debido. Para ello no hay nada mejor quedarse una vuelta.
Lo mismo hay que hacer con la caja de cambios. Las marchas deben entrar bien, sin tirones y sin hacer ruidos extraños. Así es posible saber si hay algo que no funciona del todo bien.
Aceite
No solo debes revisar el nivel de aceite con una varilla. La viscosidad, el color y el olor también son importantes.
Radiador
Es un elemento al que hay que prestar especial atención. Si no funciona bien el motor puede sufrir, ya que es la parte del coche que se encarga de su refrigeración. También hay que comprobar el nivel del líquido refrigerante.
Sistema de escape
Al encender el coche hay que prestar atención en el humo que sale del tubo de escape. Si es de color blanco y sale en pequeñas cantidades no hay problema (siempre y cuando desaparezca a los pocos días). Lo preocupante es que el humo sea azul, negro o grisáceo. En ese caso os recomiendo leer el artículo sobre la detección de averías por el color del humo de escape.
Luces
Si estás probando el coche de día tendrás que irte a una zona oscura como el parking de un supermercado. Allí podrás comprobar que todas las luces funcionan correctamente (posición, cortas, largas, antiniebla, intermitentes, freno, marcha atrás, warnings…). Es bueno fijarse en las luces por fuera, pero también hay que hacerlo por dentro para asegurarse de que los testigos luminosos funcionan correctamente.
Neumáticos y suspensiones
Echando un vistazo a la banda de rodadura y el dibujo es posible saber si los neumáticos están en buenas condiciones. No hay que olvidarse de comprobar la presión (en una gasolinera se puede comprobar) y el rendimiento de las suspensiones. En una zona bacheada o con badenes puedes poner a prueba los muelles y amortiguadores.
Aire acondicionado y climatizador
Es tan fácil como activarlo y esperar a que el aire salga frío o caliente en función de la elección. Es bueno ver cuánto tiempo tarda en enfriarlo o calentarlo.
Carrocería
Como si estuvieras alquilando un coche, fíjate en todos y cada uno de los puntos de la carrocería para no llevarte una sorpresa. Puede haber rayadas y abolladuras muy bien disimuladas.
Instrumentación y testigos luminosos
Para terminar, comprueba que la electrónica funciona a las mil maravillas, porque de lo contrario tendrás muchos dolores de cabeza. Fíjate en el velocímetro, en el cuentarrevoluciones, en los testigos luminosos del panel de instrumentación… Presta atención ante cualquier señal luminosa de alerta que pueda indicar una avería.