Cualquier marca bajos las alas de General Motors prepara motores y chasis de sus vehículos regulares con el fin de extraer versiones de alto rendimiento. Ha sido así históricamente y sin excepción, a un lado y al otro del Océano Atlántico.
Opel nos comunica que estamos de efemérides, celebrando 15 años de Opel Performance Center. Aquí hay un resumen y unas fotos de todos y cada uno de esos modelos OPC que hemos visto por estos andurriales (están excusadas las ediciones limitadas y distintivas de cada cada país). Aún así, nos quedamos con el núcleo central de los OPC, los que son el común denominador sin importar si se llaman Opel en España, o Vauxhall en el Reino Unido, por ejemplo.
Es un álbum de familia donde lo que hay que tener en cuenta es que OPC significa motores con turbocompresor. Las versiones más dinámicas de Opel antes de que se formara dentro de la casa la división de alto rendimiento recurrían a propulsores de aspiración. Reformulando el concepto: si es turbo, es OPC.
El orígen de las especies: Opel Astra de 1999 hasta el 2014
La primera generación del compacto tuvo su interpretación deportiva con el GSi. El molde del coche cambió por completo con la llegada de otro chasis y la nomenclatura interna de Astra G. Para homologar un turismo de competición hay que fabricar, por lo menos, 2.500 unidades para la calle. Aquí nace el Opel Performance Center, y al Astra le cambian la centralita, el escape, los árboles de levas y el sistema de admisión de aire y combustible en el motor 2.0 litros.
Éste Astra OPC picaba hasta los 160 CV, pero no fue propiamente un ‘OPC’ hasta que le cosieron el turbocompresor. De 160 CV pasaron a 192 CV.
La evolución de la especie lleva hasta la plataforma del Astra H. Esta tercera generación tuvo asimismo su OPC, otra vez con el motor 2.0 Turbo, pero alcanzando los 240 CV.
Y del 2010 al 2014 ya queda poco o nada que contar. El Astra J puso en circulación en el 2012 el hatchback más brioso de su árbol genealógico. Siempre preservando y depurando el corazón de dos litros turbo, lo que actualmente hay en un concesionario de Opel cifra 280 CV a partir de 37.600 € en España.
Opel Vectra OPC 2006 y Opel Insignia 2013. Las berlinas también
La Gen 2 del Vectra, activa hasta el año 2008, ensanchó pulmones; en lugar el cuatro cilindros 2.0 se empleo un motor V6 2.8 litros turbo.
Erogaba 280 CV y lo vendían en formato sedán y familiar (Vectra Caravan). Si encuentras un segunda mano bien preservado y con garantías, sigue siendo un automóvil espectacular.
La defenestración del Vectra abrió la puerta al Insignia, y la edición OPC trabajó de nuevo sobre la base del seis cilindros en uve y 2.8 turbo. En el Vectra tocó un techo que el Astra ya ha rebasado, de modo que para el Insignia se empujó hasta los 325 CV y la motricidad se hizo de tracción integral.
Opel Zafira OPC 2001 y 2005
La primera generación del monovolumen recibió el motor 2.0 Turbo con 200 CV. Aunque las ventas en España tuvieron poca relevancia, Alemania e Inglaterra, siempre más propicios a maridar familia con prestaciones, los acogieron con entusiasmo notable.
Por eso, un año después de comercializarse la Zafira Gen 2, se le volvió a embutir el mismo bloque. Ya que había pasado un lustro desde el precursor OPC en el Zafira, los mecánicos llevaron la maquinaria de 200 a 240 CV, y luego hasta 280 CV.
Opel Meriva OPC 2006
El minivan con chasis de Opel Corsa heredó la costumbre de Opel a hacer cohetes para vehículos aparentemente abúlicos. Si había un Zafira, ¿por qué no un Meriva? Su propulsor 1.6 turbo se afinó para marcar 180 CV en un banco de potencia.
Opel Corsa OPC 2007
Con ese motor 1.6 litros turbo del Meriva se cocinó la edición con 192 CV. Es la generación del utilitario que ha estado a la venta hasta el 2014, y tenía también una versión GSi, conservando siglas muy queridas entre los incondicionales de Opel. Se hizo una edición meramente testimonial con la banderola de ‘Nürburgring Edition’ y 201 CV en el 2011. Lo comento aquí sólo a modo anecdótico, porque entiendo que no forma parte de la familia OPC con consanguinidad directa.
Se ha extinguido con la llegada del Corsa E o Corsa Mark V. La quinta generación del pequeño aún no tiene anunciadas variantes sport. Únicamente se ha enseñado por ahora una decoración pintona que se aprovecha del tirón OPC. Bautizado como Corsa OPC Line, jamás debe confundirse con un Corsa OPC a secas. Si éste ha de resucitar, y lo mismo vale para un nuevo GSi, todavía hay que esperar.
No nos olvidemos de Irmscher
El preparador y fabricante de componentes ha escrito los renglones de su historia en paralelo a los de Opel. En la foto, un mito: el Opel Manta.
Peugeot o Kia son clientes suyos, pero aún en la actualidad Irmscher revisita a los bestsellers de Opel, como el Mokka, para el que tiene suplementos decorativos, suspensiones y tapicerías.
Además, hay accesorios aerodinámicos y diseños de llantas que están en la misma web de Opel para más coches, entre ellos el Insignia.
Y quedan en la memoria decenas de aventuras tal que la primera generación del Vectra. Indistintamente de OPC, el logotipo de Irmscher todavía tiene más cumpleaños que celebrar.
Perdona la corrección, pero el astra G opc 1 de primera generación, si fue un opc puro… Otra cosa es que a ti no te guste, Pero cuando quieras te demuestro que si lo fué.
Perdón David, no hace falta amenazar a nadie. Al resto de lectores también nos gustan los OPC. De hecho yo discrepo con el editor de este artículo en que el Zafira A OPC tenía motor turbo, pues realmente fue atmosférico. Pero no por ello le amenazo diciendo: ¡Y te lo demuestro cuando quieras! Lo pones, lo comentas por aquí y ya te dirán si les parece correcto o no. Si lo han dicho así en el artículo para generalizar y dejar el artículo con ese puntito de interés (lo cual para el no apasionado de los OPC sería totalmente válido)…