Opel destapa al Adam


Dicho y hecho: ayer mismo se ponían en circulación unas fotos paparazzi de la propuesta de Opel para el segmento A y os las enseñábamos aquí. La respuesta de la marca ha sido inmediata y han soltado amarras de cara a la prensa; no ha hecho falta esperar al Salón de París para conocer todos los detalles, al menos sobre el papel. Nos han llegado esta mañana imágenes que huelen a recreación por ordenador, pero son las oficiales. Los de Rüsselheim tienen entre ceja y ceja que el Adam va a pelear en la Champions League, es decir, que se las va a ver con el Mini y con el 500, y quieren darle un áurea de exclusividad y lujo al modelo. Están convencidos de haber hecho un coche premium, tal vez por eso hayan optado por fabricarlo únicamente en Alemania, bajo tutela y controles de calidad más estrictos.

Pero yo creo que, si se les va la mano con el precio, se van a quedar descolgados. Para mí es más un coche que está para atender a una tendencia creciente al individualismo, a esos coches habitados únicamente por su conductor y que cuyas necesidades de movilidad se restringen al ámbito urbano. Y viniendo de Opel, su rival más directo para mí es un Ford Ka, que recordemos que está hecho sobre la misma planta que el Fiat 500.

Las notas de prensa están pobladas de palabras como “fashion” o “chic”, insistiendo mucho en el tema de la personalización. Es como una obsesión: que nadie pueda cruzarse en un semáforo con un coche igual que el suyo. Por eso ya no hablan de versiones sino de “mundos”. Puedes partir de uno de estos tres mundos y luego terminarlo de redecorar con combinaciones de colores de carrocería, de interiores e incluso un techo que en su interior tiene un montón de lucecitas led como si fueran estrellas. Os ponemos una foto para que lo veáis. Esto del techo estrellado debe ser muy gracioso cuando las lamparitas empiezan a fundirse una a una.


Otro craso error, a mi juicio, es que lanzan el modelo con motorizaciones algo antiguas y con cambio de cinco marchas. No será hasta mucho más adelante que la marca estrene realmente motores de última generación, más pequeños y eficientes, con inyección directa y turbocompresor, y con caja de cambios de seis marchas. Esto puede hacer que el cliente se cuestione si vale la pena comprar el coche en cuanto salga a la venta.

En el lado positivo tenemos que el equipamiento es holgadísimo y tiene elementos de tecnología que son más propios de segmentos mayores. Sistema para aparcar él solito (el conductor sólo ha de manejar los pedales), aviso de ángulo muerto, asistente de arrancada en rampas y dos tipos de chasis diferentes: uno más confort y otro más deportivo.

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