Poca gente entiende los planes de Opel. O son muy torpes, o saben jugar al ajedrez con una maestría fuera del alcance de la mentes más lúcidas. En un segmento con un retorno económico nulo, Opel ha desplegado una versión tórrida e incendiaria del mini utilitario Adam.
150 CV con la única intención de provocar a Abarth. El 500 de los italianos sólo puede plantarle cara con el kit ‘esseesse’. Otros que lo han intentado antes, como el Twingo RS, se han quedado bastante lejos de ese rendimiento. Y Digo provocar, porque Opel ni ha dado lista de precios, ni ha dicho cuándo estarán listos para meterlo en la cadena de montaje. Así que la cosa podría quedarse en un pavoneo de macho alfa en la barra del bar.
Pulgas a 220 km/h
En el vano motor han montado el 1.4 Turbo Ecotec que utilizan tantos otros modelos de Opel, pero si en el Astra cuenta con 140 CV, al Adam le han dado 10 CV suplementarios. De pequeño a mayor, las versiones deportivas en los utilitarios quedan perfectamente escalonadas. Por un lado el Adam S con 150 CV, y por otro el Corsa OPC con 192 CV.
Para la optimización del chasis, las piezas corren por cuenta de la división OPC, como es lógico, siendo la amortiguación y los frenos las partes que se han tenido que desarrollar ex professo para el Adam. Los datos de aceleración o paso por curva no han sido facilitados, pero sí que sabemos que la velocidad máxima está limitada electrónicamente a 220 km/h. Es una pulga de 3,6 metros, sólo quiero hacer constar este dato aquí.
Lo que no comprendo es porqué su nombre es Adam S, y no Adam OPC. Si Opel decide dejar de jugar a las sombras chinas y habla honestamente sobre este proyecto, tal vez exista una justificación o tal vez planteen una edición limitada que efectivamente acarree con las tres siglas que más respeto pueden infundir en las filas rivales. OPC es un argumento de venta. Una letra “S”, no.
Las llantas son de 18 pulgadas y los neumáticos unos 225/35, con las pinzas de freno y el resto de la carrocería en rojo como única opción disponible.
Siguiendo con la provocación y metiendo el dedo en la yaga, Opel ha requerido de los servicios de los mismos proveedores externos de Abarth. De modo que en el interior están los mismos asientos deportivos Recaro que se encuentran dentro del escorpión. La piel con la que están forrados, eso sí, es distinta, y va a juego con la del volante y la del cambio de marchas de seis velocidades.
Adjuntamos la pinacoteca completa de un cohete de bolsillo para economías saneadas.