Hoy es el día de Mercedes. Después de hablar del próximo Clase C no puedo pasar por alto la presentación que se ha hecho de los más bonitos y refinados Clase E. Recién llegado el ‘facelift’ del sedán, que a mayor abundamiento ha traído numerosos cambios en motores y tecnología de asistencia a la conducción y seguridad, la marca retira el telón de las dos carrocerías más envidiadas, y promete que estarán en la calle en primavera.
Hablar de Mercedes es hablar de rascarse el bolsillo. Por ejemplo, el cabrio que todavía hoy puedes comprar parte de los 49.127 € y sale como un cohete hasta los 88.353 €. Ya conocéis mi filosofía: yo esperaría a primavera para aprovechar los descuentos que saldrán igual que las setas por todos los concesionarios cuando lleguen estos dos Adonis que os enseñamos hoy.
Sobredosis de mecánicas
Cuando la gama del Clase E esté desplegada por completo en el segundo semestre del año, incluyendo el híbrido habrá hasta veinte opciones mecánicas distintas, lo cual puede dar jaqueca a sus acaudalados pretendientes de tanto estudiarse el catálogo. En gasolina habrá seis bloques BLUE-Direct desde los 184 hasta los difícilmente justificables 408 CV. Y por el lado del diesel el techo estará en los 265 CV. Después de esto, a ver qué hacer los bárbaros de AMG.
Los más galanes de Stuttgart son muy bonitos, el que no lo vea así es que no tiene ojos, y apuntan hacia un público que lo que más valora es la elegancia y la distinción (porque de versátiles y prácticas estas carrocerías tienen poco). Es decir, alguien que también podría estar planteándose modelos británicos antes que unos germanos Audi o BMW. La calidad de acabados no admite discusión, si bien decepciona un poco que las molduras sean “efecto” aluminio o madera. Cuando hablamos de tanto dinero, deberían ser realmente de aluminio o de madera. Qué menos, ¿no os parece?
