Como todos los sectores, la publicidad vive momentos crudos. Los anunciantes producen muchos menos contenidos y éstos se ciñen a presupuestos dos tercios inferiores a lo que solían ser. Que Fiat se gaste el dineral que ha debido costar este anuncio deja dos opciones: o es un salto a la desesperada en busca de ventas, o las cosas a ellos les van muy bien. Localizaciones de ensueño, planos aéreos y lo que debe cobrar Catrinel por ponerse un bikini. Y el tema es que la top model ya es la segunda vez que protagoniza un spot para el Fiat 500, es decir, que ya lleva un tiempo sacándoles un buen pellizco a los italianos.
Por otro lado, hay que decir que resulta un tanto anticuado incidir en anuncios con un punto de mira tan masculino; el cochazo y la guapaza de turno. Deja un regusto en la boca a los años ochenta, a valores sociales ya superados, ¿es que a las mujeres nos les gusta el 500 Abarth? Yo diría que sí, pues la mayoría de chicas que conozco se pirran por su diseño coqueto.
La muchacha en cuestión
Pero hablemos un poco de esta señorita, ya que estamos con el anuncio. Rumana, 27 añitos, divorciada de un futbolista italiano y ahora residente en Nueva York. Catrinel Menghia debutó con dieciséis años en un concurso de modelos precisamente organizado por una marca de coches, Ford.
Luego se llevó el galardón a modelo del año en Rumanía en el año 2002 y eso la situó directamente en el corazón de la moda, en Milán. No tiene aspiraciones a actriz o artista de cualquier disciplina, lo suyo es posar. Y lo ha hecho para los mejores: Sports Illustrated, Maxim, FHM o Fitness. También ha sido el rostro de Giorgio Armani, y lo que la acabó de propulsar al estrellato fueron sus campañas de lencería para la marca Lise Charmel. Fotos que me gustaría reproducir aquí, pero nos iríamos por otros derroteros que nada tienen que ver con la automoción.
Os dejo con el spot. No os quiero arruinar la historia antes de verla, pero a mí el último plano, el que aparece después del logo y cuando todo indica que el spot ya ha terminado, me encanta.