Nuevo Renault Clio GT, unos sobrados 120 CV made in Valladolid y doble embrague de lujo


Desde Ginebra, Renault repite la jugada “sport” del Mégane GT pero ahora con su utilitario, que cada día encuentro más agraciado. Lo bueno de este escalón brioso en la gama Clio es que no hay que saltar al RS para tener buenas sensaciones dinámicas y un chasis mejor afinado. Y que, además, también está presente en la carrocería familiar Sport Tourer, que mismamente encuentro más cautivadora cada día.

El Clio GT tiene que competir directamente con el Fiesta Sport 1.0 EcoBoost Auto Start&Stop, ése es su principal contrincante, y cada uno tiene sus propios recursos. Para hacer frente a los 125 CV del tricilíndrico del Fiesta, Renault propone su cuatro cilindros 1.2 TCe-Energy, potenciado de los 115 CV originales hasta los 120.

Los cinco caballos de menos con respecto al Ford, el Clio los compensa con el cambio de doble embrague EDC, algo que el Fiesta no incorporará hasta que salga la versión 1.6 TI-VCT, un motor sin la tecnología EcoBoost. Tricilíndrico manual versus cuatro cilindros con cambio EDC, los consumos y emisiones son parejos. Así que ambos se escapan del impuesto de matriculación español.

En cuestión de maquillaje, ambos están también empatados. El Clio sale con llantas de 17 pulgadas, luces diurnas LED, doble salida de escape cromada y un spoiler delantero rectificado, al tiempo que el trasero simula bastante bien el diseño de un difusor.


El equipamiento sigue igualado; pedales de aluminio, clima automático, cámara de visión trasera o sistema de navegación táctil con manos libres. No hay nada que tenga el Fiesta que no pueda tener el Clio.

Lo único que puede equipar el de Colonia y que el galo no posee es la tecnología de frenado automático a baja velocidad, el Active City Stop de Ford. De todas maneras, esto último es un opcional de 300 euros que no todo el mundo está dispuesto a invertir.

Utilitarios «Sport», que no «deportivos»

Renault no ha dicho ni cuándo ni cuánto. Pero no pienso que tarde demasiado en estar por los concesionarios, y si tiene que rivalizar con el Fiesta, sus tarifas sin que medie ningún descuento no pueden escaparse de los 17.000 €.

Al que busque un utilitario sport con la última tecnología y sin llegar a la radicalidad de una versión deportiva, cinco cosas le van a hacer decantarse por el Clio GT o por el Fiesta Sport: afinidad a la marca, atracción estética por un diseño u otro, la guerra de tarifas, el cambio automático y la posibilidad de que busque una carrocería más polivalente, cosa que la versión familiar del Clio le puede satisfacer…

¡Ah! Y otra cosa que alude al consumo responsable: el motor del Renault se fabrica en Valladolid, mientras que el del Fiesta sale de Inglaterra. Antes, los Fiesta se montaban en Almussafes, pero en esta última generación la marca decidió mudarlo de casa.

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